En el marco de la mayor reforma del mercado de la industria de petróleo y gas realizada en décadas, en octubre de 2020 se creó PipeChina, la más importante empresa de infraestructuras energéticas de China, y se diseñó para romper el control de las compañías nacionales sobre las infraestructuras energéticas.
PipeChina, conocida formalmente como Red de Oleoductos y Gasoductos de China (China Oil and Gas Pipeline Network) fue creada con la intención original de liberalizar el mercado del gas natural de China y permitir que más participantes del mercado accedieran a las instalaciones de infraestructura de GNL.
La compañía es una red nacional de distribución de crudo que adquirió gran parte de los activos de oleoductos y gasoductos, instalaciones de almacenamiento y terminales de importación de las tres empresas estatales, China National Petroleum Corp. (CNPC / PetroChina), China Petrochemical Corp. (Sinopec) y China National Offshore Oil Corp. (CNOOC).
De todas estas empresas nacionales, PetroChina fue la que cedió la mayor parte de sus activos, otorgándole una participación del 60 % en su gasoducto de Pekín, así como una participación del 75 % en su compañía Dalian LNG, a un costo de US$ 6.230 millones.
Esta reestructuración permitiría una mayor organización de las gestiones en la industria, impulsando la eficiencia del sistema y abriendo la puerta a la competencia entre los tres gigantes estatales, y potencialmente otras futuras empresas, al darles a todos acceso a la misma red nacional.
PipeChina inició en abril la construcción de la línea troncal de gas natural de US$1.300 millones en el norte de China.
La línea de 413,5 km de longitud, que tendrá un diámetro de 1,106 m, es una de las últimas inversiones de la empresa desde su lanzamiento en octubre de 2020.
La nueva línea troncal tendrá capacidad para transportar 6.600 millones de metros cúbicos de gas, lo que representa alrededor del 2% del consumo total de gas en el país asiático.
PipeChina tiene previsto conectar el nuevo gasoducto con otros proyectos, como los gasoductos Shaanjing, diseñados para transportar gas desde los campos del noroeste de China hasta Pekín.
La nueva línea también se conectará con el proyecto Power of Siberia, equipado para transportar gas ruso a China.
En diciembre del año pasado, PipeChina puso en marcha la parte media de 1.110 km del gasoducto China-Rusia Este. El gasoducto transporta gas natural desde el sistema Power of Siberia, en Rusia, hasta la región de Pekín-Tianjin-Hebei, en el norte de China.
Con una capacidad de 27 millones de metros cúbicos de suministro de gas al día, se espera que el gasoducto promueva el desarrollo económico junto a las zonas del cinturón de óxido, además de mejorar la calidad del aire en la región.
Los planes de PipeChina
La nueva firma también tiene entre sus objetivos aumentar las emisiones de carbono hasta un pico máximo en 2030, a partir de allí comenzaría a reducirlas para cumplir con el objetivo nacional de energía verde y emisiones cero en 2060.
Los planes de la corporación están enfocados en desarrollar más oleoductos, gasoductos e instalaciones de almacenamiento de gas natural en todo el país, sin embargo, tiene la intención de invertir eventualmente en alternativas más ecológicas, como el almacenamiento de hidrógeno y la captura y almacenamiento de carbono.
Las reformas habilitan a PipeChina a tener influencia sobre las tres principales empresas energéticas estatales, de modos que la industria petrolera nacional estaría camino a una revitalización, expandiéndose a nivel nacional y apuntando a incursionar en la energía verde mediante inversiones en proyectos innovadores.
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