El nuevo gobierno de coalición de los Países Bajos ha situado la energía nuclear en el centro de su política climática y energética. Se han destinado unos 500 millones de euros (564 millones de dólares) para apoyar la construcción de nuevas centrales nucleares hasta 2025.
“Queremos hacer todo lo posible para que nuestro país y nuestro planeta sigan siendo habitables”, escribieron los partidos VVD, D66, CDA y ChristenUnie. La coalición ha dado a conocer las propuestas para el período hasta 2025, como resultado de las negociaciones iniciadas tras las elecciones generales de marzo.
“La energía nuclear puede complementar la energía solar, eólica y geotérmica en el mix energético y puede utilizarse para producir hidrógeno”, dice el documento. “También nos hace menos dependientes de las importaciones de gas”.
“Por eso, la central nuclear de Borssele seguirá abierta durante más tiempo, teniendo en cuenta la seguridad”, dijo el Gobierno. La central, de 482 MWe y una sola unidad, funciona desde 1973 y satisface alrededor del 3% de las necesidades de electricidad del país.
“Este Gobierno también está tomando las medidas necesarias para construir dos nuevas centrales nucleares”, continuaba la política. “Esto significa, entre otras cosas, que facilitaremos a las partes del mercado sus exploraciones, apoyaremos las innovaciones, invitaremos a las licitaciones, revisaremos la contribución del gobierno (financiera y de otro tipo) y pondremos en orden la legislación y la normativa cuando sea necesario”.
En consecuencia, el gobierno dijo que proporcionaría apoyo financiero al objetivo de construir nuevas centrales nucleares. Para ello, ha destinado 50 millones de euros (56 millones de dólares) en 2023, 200 millones en 2024 y 250 millones en 2025.
Se preveía que el apoyo acumulado a las nuevas centrales nucleares alcanzaría los 5.000 millones de euros en 2030, aunque no se daba por sentado que las centrales estuvieran en funcionamiento para entonces.
Esta inversión nuclear apoyará una mayor ambición en materia de clima. “Para alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050, elevamos el objetivo de la Ley del Clima para 2030 a una reducción del 55% de las emisiones de CO2 como mínimo”, se afirma en la política. “Para cumplir este objetivo, hemos acordado centrar nuestra política en un objetivo más elevado, que se sitúa en torno al 60% en 2030”. Los objetivos posteriores son una reducción del 70% de las emisiones de CO2 para 2035 y del 80% para 2040.
En el resto del sector energético, el gobierno apoyará el despliegue de la energía eólica y centrará el despliegue de la energía solar en los tejados y no en terrenos abiertos. La producción de gas se eliminará gradualmente en Groninga y el gobierno no concederá nuevas licencias para la producción en el Mar de Wadden, cerca de la costa. Se apoyará la producción de gas en el Mar del Norte porque reduce las importaciones. El uso de la biomasa leñosa se limitará a los combustibles procedentes de la UE para poder controlar de cerca su sostenibilidad.
Noticia tomada de: World Nuclear News / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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