La capacidad de las energías renovables está aumentando en el estado de EE.UU. que es el corazón de los combustibles fósiles
La energía eólica aumentó más que el carbón en la mezcla de electricidad de Texas por primera vez en 2020, la última señal de la creciente importancia de la energía renovable en el corazón de los combustibles fósiles de Estados Unidos.
Texas ha estado a la vanguardia en el aumento de la generación de energía eólica en los Estados Unidos, atrayendo decenas de miles de millones de dólares en inversiones de capital durante el último decenio y expandiendo rápidamente la generación de electricidad a partir del combustible. El aumento de la inversión y la creación de empleo ha ayudado al sector de las energías renovables a ganar apoyo político en el estado, a pesar de que es la sede del sector del petróleo y el gas del país.
Las turbinas eólicas generaron casi una cuarta parte de la energía de Texas en 2020, superando a la cuota de mercado del carbón, que es aproximadamente el 18%, lo que la convierte en la segunda fuente de generación más grande del estado después del gas natural, según datos del Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (Electric Reliability Council of Texas, Ercot), el principal operador de la red del estado.
Y el auge de la baja emisión de carbono en Texas, con mucho el mayor estado productor de energía del país con la segunda mayor población y una gran base de refinerías de petróleo y plantas petroquímicas, parece que se va a acelerar a partir de aquí.
El viento, la energía solar y las baterías combinadas constituyen alrededor del 95% de la nueva capacidad de generación que los desarrolladores de proyectos han propuesto conectar a la red en los próximos años, según Ercot.
El presidente electo Joe Biden ha prometido desplegar decenas de miles de nuevas turbinas eólicas y millones de nuevos paneles solares como parte de un plan para poner a los EE.UU. en el camino hacia las emisiones netas cero en el sector de la electricidad para el año 2035, un pilar central de su plataforma climática de 2 billones de dólares.
Aunque la eólica que derriba la energía del carbón en Texas contribuye a los esfuerzos del Sr. Biden por ecologizar la red eléctrica estadounidense, el bastión del gas natural como combustible principal en el sector de la electricidad -representó más del 40% de la generación de energía- indica la dificultad que tendrá el nuevo presidente para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en sólo 15 años.
Curt Morgan, el director ejecutivo de Vistra Energy, un gran productor de energía con sede en Texas, dijo al Financial Times el mes pasado que la sustitución de los combustibles fósiles por renovables para el año 2035 sería “prohibitivamente costosa”.
La participación del carbón en la mezcla de energía de Texas ha disminuido más de la mitad con respecto al 40% de hace un decenio, ya que el combustible se ha encontrado bajo el asalto del gas natural barato -resultado del auge de la producción de esquisto- y de las energías renovables cada vez más competitivas y las reglamentaciones ambientales más estrictas.
En los últimos años se han retirado varias centrales eléctricas de carbón de Texas, la más reciente de las cuales fue la instalación de American Electric Power en Oklaunion en octubre. Otras más podrían verse obligadas a cerrar en los próximos dos años a medida que la capacidad de las energías renovables siga aumentando en el mercado, especialmente con la energía solar en el estado, que ahora está en auge, según un informe del año pasado del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero.
“La generación de energía a partir de carbón en Texas, azotada por vientos limpios y sin costo de combustible en los últimos 10 años, está a punto de ser golpeada por una segunda ola de competencia de las energías renovables”, dijeron los autores del informe.
Noticia tomada de: Financial Times / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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