La prohibición de la minería de criptomonedas en China ha obligado a los empresarios del bitcoin a huir al extranjero. Muchos se dirigen a Texas, que se está convirtiendo rápidamente en la próxima capital mundial de la criptomoneda.
Las mayores provincias productoras de bitcoin de China pusieron en marcha en junio una campaña de restricción de la minería de criptomonedas por ordenador, como parte de un intento más amplio de reducir las emisiones de carbono y de un impulso contra las criptomonedas privadas, mientras el país trabaja en su propia moneda digital oficial.
El país había sido el mayor productor mundial de bitcoins, con la mitad de la producción global. Los mineros de otros lugares dijeron que el enfriamiento de la producción china había abierto el mercado a otros competidores.
Ahora, los “refugiados del bitcoin” de China se apresuran a encontrar un nuevo hogar, ya sea en la vecina Kazajistán, Rusia o Norteamérica, porque para los mineros del bitcoin, el tiempo es literalmente dinero.
Uno de estos destinos preferidos para los mineros es Texas, en Estados Unidos, que se está convirtiendo rápidamente en la capital mundial de criptomonedas.
Uno de estos casos de migración a Estados Unidos es el de Kevin Pan, primer ejecutivo de la compañía minera de criptomonedas china Poolin, que apenas China anunció su ofensiva contra la criptominería en mayo, tomó un vuelo al día siguiente para dejar el país.
La compañía Poolin, con sede en Hong Kong, es la segunda mayor red de minería de bitcoins en el mundo, con la mayoría de sus operaciones en China. El país albergaba alrededor de un 70% de la potencia minera mundial de bitcoins, hasta que la represión hizo que el precio del bitcoin cayera en picada y pilló a los mineros con la guardia baja.
Tuvimos que encontrar una nueva ubicación para las máquinas, dijo el vicepresidente de Poolin, Alejandro De La Torre. Cada minuto que la máquina está apagada, no genera dinero.
El estado de la estrella solitaria
En lo que algunos llaman “la gran migración minera”, los ejecutivos de Poolin están entre los muchos mineros de bitcoins que han mudado recientemente sus operaciones a Estados Unidos, particularmente en Austin, Texas.
Al tratarse de una nueva forma de dinero que trasciende las fronteras nacionales, también hay mucha confusión y posibilidad de incumplir las normas gubernamentales, por lo que dos cosas que los empresarios de bitcoin valoran son la electricidad barata y un entorno normativo relajado.
Es por eso que las dos cosas que los empresarios de bitcoin valoran son electricidad barata y un entorno regulatorio flexible y el estado de Texas encaja perfectamente.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha sido un partidario de la criptomoneda. En junio publicó en Twitter “¡Está ocurriendo! Texas será líder en criptomonedas”.
En el mismo mes, Texas se convirtió en el segundo estado de EE.UU. después de Wyoming en reconocer la tecnología blockchain y criptomonedas en su ley comercial, allanando el camino para que las empresas operen en el estado.
Muchas compañías mineras chinas han buscado estabilidad y oportunidades en Texas. Otra de ellas es Bit Mining, con sede en Shezhen, que ha planeado invertir US$ 26 millones para construir un centro de datos en el estado, mientras que Bitmain, en Pekín, está ampliando sus instalaciones en Rockdale, Texas.
Esta pequeña ciudad, de unos 5.600 residentes, albergó una vez una de las plantas de aluminio más grandes del mundo. Y ahora está emergiendo como el próximo centro global de minería de bitcoins.
Para De La Torre, hay otra conexión subyacente entre la industria de bitcoin y Texas, ya que dice que los mineros de bitcoins y los tejanos comparten los mismos valores. Los tejanos se toman muy en serio su libertad y derechos, al igual que los mineros de bitcoin.
Los expertos creen que la represión de bitcoins en China fue motivada por tener un mayor control sobre los mercados financieros. Y puede convertirse en una bendición para EE.UU.
“La migración beneficia a EE.UU. en términos de adquisición de talento y fomento del ecosistema de innovación”, dice Kevin Desouza, un profesor de negocios de la Universidad de Tecnología de Queensland y quien ha investigado sobre la política de moneda digital en China.
A cambio de ello, los mineros de bitcoins obtienen acceso a una comunidad próspera e innovadora, así como a fuentes de capital más diversas, de acuerdo con Desouza.
Riesgos políticos y energéticos
Aparte de un entorno regulatorio estable, la demanda cuantiosa de energía por parte de la minería de bitcoins hace a Texas en el sitio ideal, ya que tiene algunos de los precios de energía más baratos del mundo debido a su red eléctrica desregulada.
Durante los picos de demanda eléctrica, las granjas de bitcoins pueden incluso vender la energía no utilizada a la red.
Pero algunos analistas advierten que la “gran migración minera” puede tener serias repercusiones, ya que las ciudades y pueblos lucharían por satisfacer la enorme demanda energética.
El escrutinio a las empresas chinas en EE.UU. puede además hacer que le preste más atención a estos recién llegados de la minería. Texas aprobó recientemente una ley que impide que “actores extranjeros hostiles” accedan a infraestructura importante, incluyendo su red energética.
Según los informes, la nueva ley fue impulsada por el plan de un multimillonario chino para construir un parque eólico en el suroeste de Texas. Pero los críticos alegan que el proyecto podría ser usado para hackear la red eléctrica del estado y recopilar información de inteligencia de una base militar estadounidense cercana.
El profesor Desouza dice que, si bien es poco probable que el acceso a las redes eléctricas sea un problema para los mineros de bitcoins a corto plazo, el riesgo político seguirá evolucionando.
A pesar de las ventajas que han encontrado en Texas, los mineros de bitcoins se pierden algo en China: mano de obra barata y construcción rápida.
Según Pan, mientras una nueva granja de bitcoins tarda hasta cinco meses para ser construida en China, en Texas podría tomar hasta 18 meses.
Los precios mundiales de envío también se dispararon durante la pandemia, haciendo significativamente más caro enviar máquinas mineras de China a EE.UU.
A pesar de los costosos y lentos esfuerzos, Pan dice que su compañía está comprometida a establecerse en Texas.
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