De acuerdo a la Agencia Internacional de la Energía (International Energy Agency – IEA), la demanda de petróleo comienza a recuperarse de la mayor caída de su historia, sin embargo, la menor cantidad de vuelos debido a los temores de contagio de coronavirus conllevará a que el mundo no volverá a los niveles de demanda previos a la pandemia sino hasta el 2022.
La AIE publicó sus primeras previsiones para 2021, el las cuales estima que la demanda aumentará “a medida que la actividad comienza a volver a la normalidad en vastas franjas de la economía”.
El pronóstico de la IEA para 2021 indica que en conjunto la demanda de crudo aumentará en 5.7 millones de barriles por día (bpd), lo cual elevará el consumo mundial a 97.4 millones de bpd, aunque esto representa 2.4 millones de bpd por debajo del nivel de consumo de 2019, así lo dijo la IEA en su informe mensual.
Las entregas reducidas de jet fuel y queroseno afectarán la demanda total de petróleo hasta al menos el 2022, de modo que se puede afirmar que la industria de la aviación enfrenta una crisis existencial.
La IEA informó que los viajes aéreos comenzaron a aumentar ligeramente a mediados de mayo y se han acelerado en junio a medida que se relajado las medidas de contención del virus, sin embargo, las cifran un se encuentran en más de 70% por debajo de las cifras de 2019.
La Agencia calculó que en el segundo trimestre de 2020 la demanda de combustible para aviones y queroseno caerá un 62% con respecto al mismo período del año pasado, y solo se recuperará lentamente, ya que es probable que las restricciones y la menor demanda frenen la recuperación de los viajes aéreos hasta que se encuentre una vacuna.
Las perspectivas para el combustible para aviones son más inciertas. A diferencia del jet fuel, la gasolina y el diésel, probablemente se recuperarán cerca de los niveles anteriores a la crisis para fines de 2020.
La Agencia incrementó para 2020 su pronóstico para la demanda de petróleo en casi 500,000 bpd debido a que las importaciones de Asia han sido más fuertes de lo esperado.
La AIE modificó sus estimaciones, ahora espera que la demanda de petróleo en 2020 llegue a 91.7 millones de barriles por día, lo que sería una caída de 8.1 MMbpd respecto al año 2019. Esta cifra es una mejora en su estimación correspondiente a mayo cuando la reducción se calculó en 8.6 MMbpd, mientras que la estimación de abril fue establecida para una caída de 9.3 MMbpd.
Figura 1. Reuters: Balances en el suministro mundial de crudo
Las contundentes medidas tomadas por China en el proceso de relajación de las medidas de bloqueo han traído una demanda en abril que casi se equipara a los niveles de consumo de 2019. La IEA también ha visto en mayo un fuerte repunte en la India, aunque la demanda todavía está muy por debajo de los niveles del año 2019.
Al citar una caída en el suministro mundial de petróleo de 11.8 millones de bpd en mayo, la AIE dijo que la OPEP+ había reducido su producción en 9.4 millones de bpd.
La producción de países fuera del acuerdo disminuyó 4.5 millones de bpd desde el comienzo de este año, agregó la IEA, señalando que la producción de EE.UU. disminuirá 900,000 bpd en 2020 y otros 300,000 barriles en el 2021a menos que los aumentos en el precio del petróleo fomenten nuevas inversiones en petróleo shale bituminoso.
La IEA afirmó que si se mantienen las tendencias recientes en la producción y la demanda se recupera, el mercado estará en una posición más estable para para el final del segundo semestre de 2020. Sin embargo, no deben ser subestimadas las enormes incertidumbres presentes.
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