El movimiento hutí de Yemen, alineado con Irán, dijo el lunes que había disparado 17 drones y dos misiles balísticos contra objetivos en Arabia Saudita, incluidas las instalaciones de Saudi Aramco en Jubail y Jeddah.
Los hutíes atacaron instalaciones de Saudi Aramco en la terminal petrolera oriental de Jubail y la ciudad occidental de Jeddah con drones cargados de explosivos el domingo por la noche y el lunes por la mañana, informó la televisión del grupo, Al-Masirah TV.
Aunque no hubo confirmación inmediata, Saudi Aramco, la empresa petrolera estatal, dijo cuando fue contactada por Reuters que respondería a la primera oportunidad.
Un portavoz de Arabia Saudita informó este lunes que “El Reino condena enérgicamente este cobarde ataque contra instalaciones vitales. El ataque no solo tiene como objetivo el Reino, sino también las exportaciones de petróleo, la estabilidad del suministro de energía al mundo, la libertad de comercio mundial, así como la economía global”.
El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, dijo en Twitter que el bombardeo del grupo incluyó 10 drones Samad-3 disparados contra refinerías en la ciudad de Jeddah en el Mar Rojo y Jubail en la Provincia Oriental.
Sarea dijo el lunes que el movimiento también atacó sitios militares en las ciudades de Khamis Mushait y Jazan, en el sur de Arabia Saudita.
La noticia llega solo un día después de que Arab News informara que las fuerzas saudíes habían interceptado tres drones y un misil balístico disparado contra Khamis Mushayt y Jazan, otros dos lugares en el sur de Arabia Saudita.
La coalición liderada por Arabia Saudita que intervino en la guerra de Yemen en 2015 contra los hutíes dijo el domingo por la noche que había interceptado y destruido seis drones armados.
La coalición entró en la guerra después de que los hutíes expulsaron al gobierno internacionalmente reconocido de la capital, Sanaa.
Escala la tensión en el conflicto
El movimiento, que ocupa la mayor parte del norte de Yemen, ha mantenido los ataques transfronterizos contra Arabia Saudita y una ofensiva terrestre en la región de Marib de Yemen en un momento en que Estados Unidos y las Naciones Unidas están presionando por un acuerdo de alto el fuego.
Los últimos ataques se producen en medio de una escalada en los combates entre la coalición liderada por Arabia Saudita que busca reinstaurar el gobierno electo de Yemen, que los hutíes respaldados por Irán derrocaron hace unos seis años.
El conflicto, visto en la región como una guerra indirecta entre Arabia Saudita e Irán, ha matado a decenas de miles de personas y ha llevado a la nación de la Península Arábiga al borde de la hambruna.
Riad y el gobierno yemení han dado la bienvenida a una tregua, pero los hutíes quieren el levantamiento total del bloqueo marítimo y aéreo.
Los hutíes han estado luchando contra el gobierno de Yemen reconocido por las Naciones Unidas desde 2014. Una coalición liderada por Arabia Saudita intervino al año siguiente en apoyo al gobierno.
La ONU ha calificado el conflicto, en el que han muerto decenas de miles de personas, la peor crisis humanitaria del mundo.
Se ha hablado de un alto el fuego, pero los hutíes quieren que los saudíes levanten un bloqueo marítimo y aéreo antes de que depongan las armas.
Centro industrial
Jubail, aproximadamente a una hora al norte de la sede de Aramco en Dhahran, es un importante centro industrial para la empresa, que alberga varias empresas químicas y de refinación.
La ciudad en la costa del Golfo Pérsico tiene una de las refinerías más grandes de Aramco, una instalación de empresa conjunta con Total SA de Francia que puede procesar más de 400.000 barriles de crudo al día.
En Jeddah, Aramco tiene un depósito de combustible para abastecer a los clientes locales después de cerrar su refinería allí en 2017. El depósito ya ha sido atacado este año por los hutíes.
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