La industria minera global es particularmente susceptible a los riesgos climáticos y es una causa significativa de los impactos relacionados con el clima, derivado de su propensión a emitir dióxido de carbono a través de su cadena de valor y consumir grandes cantidades de agua durante la producción y procesamiento de metales y minerales.
La naturaleza interconectada de la economía global moderna, presenta muchos riesgos, por tal motivo, los ejecutivos mineros están monitoreando constantemente. El 17 % de ellos cree que el crecimiento también se verá afectado por la incertidumbre política geopolítica o local.
Las compañías mineras tienen un papel importante que desempeñar en la reducción de emisiones, y los principales actores mineros ya han introducido objetivos accionables. Las compañías también planean aumentar la producción a medida que buscan aprovechar la demanda de productos básicos del nuevo mundo como el litio, el cobalto y el níquel.
Industria minera: administrando la energía
La automatización y la robótica serán las tecnologías clave que afectarán a las empresas mineras, seguidas de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Aquellos que invierten en tecnología, capacidades de análisis de datos y transformación operativa tendrán una ventaja sobre sus competidores. En Latinoamérica se está apostando por este rumbo con el objeto de gestionar las pérdidas de producción, identificar posibles puntos de falla y aumentar la eficiencia.
En Brasil, Vale, la compañía de minería y logística está apostando por este sistema inteligente de administración de energía. Según un comunicado de la compañía, para reducir los costos operativos y las emisiones de gases de efecto invernadero, Vale invertirá $ 4.9 millones en la implementación de un sistema inteligente de administración de energía para mejorar el rendimiento del equipo y la automatización de procesos en toda su cadena de producción, desde la mina hasta el puerto.
Para ser instalado en 2021, el sistema Smart Energy verá 2.000 medidores inteligentes instalados en 57 de las unidades operativas y equipos grandes de la compañía en Brasil. Estos medidores monitorearán las variaciones de voltaje y corriente, y alimentarán los datos en el sistema Smart Energy, permitiendo la gestión eficiente del uso de energía. El propósito detrás de la instalación es ayudar a la compañía a monitorear la calidad de la energía e identificar una falla potencial en la fuente de alimentación
Eficiencia energética – Vale, visión al 2050
Un proyecto piloto ya ha demostrado que la tecnología es capaz de ahorrar $ 22 millones anuales según la compañía, debido a que elimina paradas de equipos, causadas por la activación incorrecta del sistema de protección eléctrica. La prueba, realizada en 2017, permitió a Vale evitar 125 horas de parada inesperada de la producción, causada por problemas de calidad de energía, en 2 sitios.
El Coordinador del Proyecto de Eficiencia Energética, Renato Arantes, dice: “a menudo, el sistema de protección eléctrica apaga equipos o procesos importantes, debido a fluctuaciones de energía eléctrica que podrían tolerarse sin agregar ningún riesgo a las operaciones. Estas pequeñas interrupciones afectan la productividad, porque se desperdicia energía en el reinicio de los equipos y procesos, así como en la reanudación de la capacidad operativa normal, sin mencionar el impacto en la producción y el aumento de las emisiones de CO2″.
El software estándar se ha personalizado para las necesidades de Vale y la compañía anticipa que ahorrará más de $ 225 millones en los próximos 10 años y reducirá las emisiones de GEI en 120,000 t / a. El objetivo a largo plazo será reducir el uso de otros combustibles como el diesel o el gas natural.
Vale ha anunciado su intención de reducir y eventualmente neutralizar las emisiones de CO2 para 2050 de conformidad con el Acuerdo de París. En 2018, el 28 % de la energía de Vale fue suministrada por fuentes de energía renovables, y el 60 % de toda la energía producida es autogenerada.
Conclusión – Inversiones digitales, el futuro minero
El ritmo implacable de la innovación en tecnología está cambiando la discusión de comprar contra construir. Las empresas necesitan comprender el ecosistema de su panorama industrial para determinar su mejor ruta hacia adelante. Las compañías mineras deben abandonar su adicción a la propiedad intelectual e invertir realmente en colaboración mediante el intercambio de datos.
Las compañías mineras necesitan pensar más ampliamente sobre cómo maximizar sus retornos y adoptar nuevos enfoques que pueden ser radicalmente diferentes de los del pasado. También deberán reevaluar su apetito por el riesgo para asegurarse de que no se pierdan nuevas oportunidades al adoptar un enfoque complaciente o anticuado para asignar capital.
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