El gigante de la distribución IKEA y la Fundación Rockefeller han anunciado hoy la creación de una iniciativa de 1.000 millones de dólares para catalizar las inversiones en energías renovables distribuidas (Distributed Renewable Energy, DRE, por sus siglas en inglés).
Operada a través de una plataforma global que se pondrá en marcha este año, la iniciativa espera reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 1.000 millones de toneladas y proveer de energías renovables distribuidas a 1.000 millones de personas.
La iniciativa se gestionará como una organización benéfica pública y pretende estimular la recuperación económica tras la pandemia, así como apoyar el paso de las economías emergentes a las energías renovables.
“Nuestra ambición colectiva es crear una plataforma que apoye programas de energías renovables que puedan reducir los gases de efecto invernadero de forma rápida y eficiente y acelerar la transición energética”, afirmó Per Heggenes, director general de la Fundación IKEA.
IKEA y su empresa matriz, el Grupo Ingka, han sido inversores prolíficos en proyectos de energías renovables; IKEA, en particular, tiene la intención de alimentar todas sus operaciones con energías renovables para 2025. A principios de este año, el Grupo Ingka destinó otros 4.000 millones de euros (4.750 millones de dólares) a invertir en proyectos solares y eólicos en todo el mundo.
Dado que se requieren inversiones “grandes y audaces”, la Fundación Rockefeller ha anunciado su “mayor compromiso hasta la fecha”, dijo el Dr. Rajiv Shah, presidente de la Fundación Rockefeller.
“Nuestra asociación desbloqueará la financiación y los recursos esenciales para proporcionar electricidad limpia y fiable”, añadió.
La Fundación Rockefeller incubará la plataforma en RF Catalytic Capital, que la fundación puso en marcha en 2020, ofreciendo una vía de participación a inversores y gobiernos.
Noticia tomada de: Pv Tech / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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