En los últimos años, varias empresas importantes están participando en proyectos centrados en el hidrógeno verde, esta vez la compañía eléctrica española Iberdrola y la sueca H2 Green Steel se asociarán y desarrollarán una importante instalación que producirá hidrógeno verde.
El jueves pasado, las empresas anunciaron que el proyecto de 2.300 millones de euros (US$ 2.600 millones) permitirá crear una instalación de hidrógeno verde con una capacidad de electrólisis de 1 gigavatio. El financiamiento provendrá de una mezcla de capital, financiamiento de proyectos verdes y fondos públicos.
La idea es que el hidrógeno verde del desarrollo de Iberdrola y H2 Green Steel se utilice para generar unos 2 millones de toneladas de hierro reducido directamente (Direct Reduced Iron – DRI), cada año, que pueden utilizarse para producir acero.
El uso de hidrógeno verde para la producción de acero reducirá la emisión de CO2 en un 95%.
Iberdrola aportará la electricidad producida por la energía eólica y H2 Green Steel se encargará del proceso de DRI.
Los fondos para el proyecto procederán de la financiación de proyectos verdes, de acciones y de fondos públicos.
La escala del proyecto, de 1 GW, es significativa: según la Agencia Internacional de la Energía, la capacidad mundial instalada de electrolizadores era de sólo 0,3 GW en 2020.
El electrolizador en sí será de propiedad compartida y operado por las dos empresas. Iberdrola suministrará la energía renovable al emplazamiento, mientras que H2 Green Steel será la propietaria y operadora de la producción de DRI, incluidos los procesos relacionados con la producción de acero.
El proyecto de Iberdrola y H2 Green Steel se ubicará en la Península Ibérica, aún no se ha anunciado su ubicación, y está previsto que comience a producir en 2025 o 2026.
Las empresas dijeron que también “explorarán la oportunidad de ubicar una instalación de producción de acero verde capaz de producir entre 2,5 y 5 millones de toneladas de acero plano verde al año, junto con la planta”.
En un comunicado, Aitor Moso, director de negocios liberalizados de Iberdrola, dijo que el hidrógeno verde sería “una tecnología crítica en la descarbonización de procesos industriales pesados como la producción de acero”.
Proyectos como el que se está planeando con H2 Green Steel, dijo Moso, “ayudarían a acelerar la comercialización de electrolizadores más grandes y sofisticados, haciendo que el hidrógeno verde sea más competitivo.”
Hidrógeno verde y acero verde
El hidrógeno está ganando terreno poco a poco en los sectores industriales por su uso en diversos sectores como la movilidad, la energía y la fabricación. Hay tres elementos cruciales para la producción de hidrógeno: el agua, el electrolizador y la electricidad.
El hidrógeno que menos CO2 emite se produce si la electricidad se produce con recursos energéticos renovables.
Cuando la electricidad producida a partir de alternativas verdes se utiliza para alimentar la electrólisis del agua, el producto del proceso se llama hidrógeno verde.
El acero está en el timón de la economía moderna. Todas las instalaciones de fabricación, grandes o pequeñas, utilizan acero. La producción de acero contribuye de forma significativa a la emisión de CO2 a la atmósfera, ya que, en la actualidad, la energía utilizada para tratar el mineral de hierro y convertirlo en acero procede de combustibles fósiles que producen carbono en abundancia.
El hidrógeno verde es una alternativa capaz de sustituir a los combustibles fósiles, y cuando se mezcla con el gas natural, pone en marcha los procesos de DRI para producir pellets de hierro que son eficientes desde el punto de vista medioambiental.
Energía para la industria pesada
El sector siderúrgico es actualmente el mayor consumidor industrial de carbón, que proporciona alrededor del 75% de su demanda de energía.
Reducir la huella medioambiental de los procesos industriales intensivos es un reto importante.
“Entre las industrias pesadas, el sector siderúrgico ocupa el primer lugar en cuanto a emisiones de CO2, y el segundo en cuanto a consumo de energía”, afirma la AIE, que añade que el sector siderúrgico es responsable de 2,6 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.
La industria siderúrgica es responsable de 2,6 gigatoneladas de emisiones de CO2 al año y es el mayor consumidor de carbón del sector industrial.
Con el Green Steel Deal Iberdrola-H2 se reducirá la dependencia de la industria siderúrgica del carbón.
Esperanzas y retos para el hidrógeno
En los últimos años, varias empresas importantes se han involucrado en proyectos centrados en el hidrógeno verde.
En noviembre, por ejemplo, Fortescue Future Industries, con sede en Australia, dijo que se convertiría en el mayor proveedor de hidrógeno verde del Reino Unido tras firmar un memorando de entendimiento con la empresa de maquinaria de construcción JCB y Ryze Hydrogen.
Ese mismo mes se anunció que Norsk Hydro y el gigante petrolero Shell estudiarían el potencial de proyectos conjuntos centrados en la producción de hidrógeno verde.
Aunque el potencial del hidrógeno verde genera entusiasmo, también hay obstáculos que superar.
En octubre, el director general de Siemens Energy se refirió a los problemas a los que, en su opinión, se enfrentaba el sector, y declaró a la CNBC que “no hay argumentos comerciales” para ello en este momento.
En un debate celebrado en el Foro sobre el Futuro Sostenible de la CNBC, Christian Bruch señaló varias áreas a las que habría que prestar atención para que el hidrógeno verde cobre impulso.
“Tenemos que definir las condiciones límite que hagan que esta tecnología y estos casos sean comercialmente viables”, dijo Bruch a Steve Sedgwick de CNBC. “Y necesitamos un entorno, obviamente, de electricidad barata y, en este sentido, abundante energía renovable disponible para hacerlo”. Esto aún no se ha producido, argumentó.
Unos meses antes, en julio, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, dijo que “no había competencia por el capital entre el hidrógeno y las renovables”.
“El hidrógeno es hoy un nicho, y es un nicho que necesita desarrollarse hasta convertirse en un estándar comercial y en una gran industria, con precios competitivos”, dijo Starace, señalando que ese cambio probablemente llevaría 10 años.
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