La planta fotovoltaica “El Marqués” de 12,5 MWp, la más grande del municipio de Zaragoza, puesta en marcha en plena pandemia por el Covid, ha sido la primera en implementar un diseño de barreras cortavientos
Hoy en día, la instalación de seguidores monofila con dos paneles en vertical es una de las configuraciones más comunes para nuevas plantas fotovoltaicas. Permite optimizar el espacio disponible y minimizar las pérdidas debidas al sombreado cercano. Sin embargo, uno de los principales enemigos que enfrenta este tipo de implementación, es el peligro que supone para la propia estructura, a causa de las fuertes ráfagas de viento, muchas veces incrementado por la propia orografía del terreno del parque.
La empresa aragonesa IASOL ha desarrollado e implementado una novedosa solución técnica que permite reducir al mínimo el riesgo asociado a las fuertes ráfagas de viento, sin apenas disminuir la eficiencia de generación de energía de la planta fotovoltaica y sin apenas incidir significativamente en el coste total de la instalación.
IASOL, con más de 170 MW instalados a lo largo de sus 15 años de existencia, ha adaptado por primera vez un sistema comúnmente utilizado en el campo de la agricultura, para frenar el impacto causado por los fuertes vientos que se originan en la ubicación de su último parque fotovoltaico.
La planta “El Marqués”, de 12,5 MWp, fue la primera en aplicar esta nueva tecnología, utilizando una malla de polietileno de alta densidad y alta resistencia mecánica que tiene un efecto pantalla en las zonas del parque donde los vientos predominantes del noroeste son susceptibles de daños estructurales.
Figura 1. Se observa la malla en el parque fotovoltaico El Marqués, en Zaragoza, España
Antes de la instalación de los muros cortavientos, se realizó un análisis de campo de velocidades en las diferentes zonas del parque. Utilizando herramientas de dinámica de fluidos computacional fue posible determinar los diferentes componentes del viento y su intensidad.
Los resultados de este análisis permitieron definir las características físicas de la pared y sus dimensiones, de modo que en las zonas más problemáticas la pantalla alcanza una altura total de 4 metros.
Figura 2. Resultados de la simulación fluidodinámica del muro paravientos. Perfil de velocidades de viento.
Se utilizó una malla con un diámetro de hilo de 320 micras y una porosidad del 50%, limitando la sombra de hilo sobre la superficie a menos del 7%. Considerando las presiones máximas originadas por las fuerzas del viento y las dimensiones de la malla, se llevó a cabo el cálculo estructural y el dimensionamiento de las zapatas de hormigón, para soportar el muro cortaviento. Finalmente, la optimización de la barrera de protección que rodea el parque fotovoltaico El Marqués en las zonas más expuestas, limitó su longitud a 750 metros, menos del 30% del perímetro del parque.
Habiendo visto los buenos resultados obtenidos con el muro de viento, IASOL tiene la intención de replicar este estudio en los dos próximos parques fotovoltaicos que se construyan este año, de manera que los riesgos causados por los fuertes vientos puedan ser sistemáticamente minimizados.
Sobre Iasol
Iasol, empresa aragonesa fundada en 2005 por los emprendedores César Gimeno y Pedro Machín, ambos ingenieros industriales especializados en energía fotovoltaica, es líder en Aragón en el desarrollo de energías limpias como promotora e instaladora de parques fotovoltaicos. Cuenta con una alta reputación y una amplia experiencia en el ámbito nacional e internacional fotovoltaico con más de 70 instalaciones realizadas, más de 170 Megavatios instalados y 40 instalaciones actualmente en operación y mantenimiento.
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