El gigante petrolero italiano Eni SpA dijo el miércoles que sus redes informáticas fueron hackeadas en los últimos días y que las consecuencias hasta ahora parecían ser menores.
“Eni confirma que los sistemas de protección interna han detectado un acceso no autorizado a la red de la empresa en los últimos días”, dijo un representante de la compañía, en respuesta a una consulta de Bloomberg News. La mayor empresa energética del país está trabajando con las autoridades locales para evaluar las consecuencias del ataque, añadió el representante.
Eni evalúa las consecuencias y dice que “de momento son menores”
Ataque de ransomware en Eni
Personas familiarizadas con la situación dijeron que Eni parecía haber sido afectada por un ataque de ransomware. El ransomware es un tipo de software malicioso que bloquea los ordenadores y el acceso a los archivos a cambio de un pago. No está claro quién fue el responsable de la brecha.
“Los grupos de ransomware son conscientes de que, para garantizar la continuidad de los servicios, las empresas energéticas pueden estar dispuestas a pagar grandes cantidades de rescate a cambio de desbloquear los sistemas afectados”, dijo Mirko Gatto, director ejecutivo de la empresa italiana de ciberseguridad Yarix, en una entrevista telefónica.
Además, los piratas informáticos podrían estar interesados en llevar a cabo ataques maliciosos contra el sector energético de los países europeos que dependen especialmente del gas procedente de Rusia o de fuentes de fuera de Europa, dijo.
A principios de esta semana, la agencia energética italiana Gestore dei Servizi Energetici SpA sufrió una brecha el domingo por la noche y el lunes por la mañana, según un comunicado. Entre otras funciones, GSE es uno de los organismos gubernamentales encargados de la gestión del mercado eléctrico italiano.
A principios de esta semana la agencia energética GSE sufrió un ataque de malware
Los sistemas y operaciones de GSE siguen bloqueados tras el ataque, dijo una persona familiarizada con el asunto. Los servidores se vieron comprometidos, los trabajadores no tienen acceso a los correos electrónicos ni a los datos internos y algunas funciones del mercado energético llevadas a cabo por GSE están suspendidas, añadió la fuente.
GSE no hizo comentarios más allá de su declaración original.
Uno de los principales riesgos de las violaciones de los servicios públicos y otros operadores de infraestructuras críticas es que los hackeos de sus sistemas informáticos pueden provocar interrupciones de los sistemas operativos que proporcionan electricidad, agua y otros servicios a los usuarios finales, incluso si los hackers nunca llegan a tocar esos equipos sensibles.
El año pasado, Colonial Pipeline Co., con sede en Alpharetta (Georgia), cerró el mayor oleoducto de combustible de Estados Unidos después de que un ataque de ransomware paralizara sus sistemas informáticos, y en febrero, el comerciante de petróleo Mabanaft, con sede en Hamburgo (Alemania), dijo haber sido víctima de un ciberataque que interrumpió el suministro de combustibles en toda Alemania.
Noticia tomada de: Bloomberg / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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