Exxon Mobil Corp asumirá una pérdida de hasta $ 2 mil millones en la venta altamente apalancada de un campo de petróleo y gas en alta mar de California que ha estado inactivo desde un derrame de oleoducto en 2015.
La venta se produce después de una oferta fallida este año para reiniciar la producción en el sitio y en momentos cuando Exxon está deshaciéndose de empresas de bajo rendimiento. Los funcionarios de Santa Bárbara rechazaron en marzo un plan de Exxon para reiniciar las operaciones y enviar petróleo a través de docenas de camiones cisterna todos los días a las refinerías del interior.
Sable Offshore, una compañía de cheque en blanco fundada por el veterano de la industria James Flores, tomará prestado el 97% del precio de compra de $643 millones de la propia Exxon bajo un préstamo de cinco años. Las compañías de cheques en blanco recaudan dinero para adquirir negocios operativos. Si Flores no reinicia la producción en el campo Santa Ynez a principios de 2026, Exxon podría recuperar toda la operación, reveló Sable en un documento.
Exxon ha acelerado las ventas de activos poco productivos para reducir los costos operativos y mejorar los rendimientos después de una pérdida histórica en 2020.
Flores buscará permisos para reiniciar Santa Ynez y espera bombear alrededor de 28.100 barriles de petróleo y gas por día a partir de 2024, según una presentación para inversionistas de Sable. El campo tiene 112 pozos y el potencial de aumentar al menos otros 100 pozos, mostró su presentación.
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Una fuga en un oleoducto submarino hace siete años envió 2.400 barriles de petróleo de Santa Ynez al Océano Pacífico, lo que provocó un cierre. Exxon adquirió el oleoducto de su propietario y ha estado tratando de reanudar la producción.
La venta del campo incluye tres plataformas de petróleo y gas que se ubican hasta 14 Km. de la costa de California, un oleoducto e instalaciones de procesamiento de petróleo y gas. La primera plataforma se construyó en la década de 1970 y comenzó a producir petróleo en 1981.
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Flores tiene una larga trayectoria en la compra y venta de empresas. Ha dirigido cinco compañías petroleras estadounidenses, comenzando con Flores & Rucks Inc en 1992 y, a menudo, vendió sus compañías con ganancias considerables. Su último negocio, Sable Permian Resources, se declaró en bancarrota del Capítulo 11 en 2020 cuando los precios del petróleo cayeron.
El año pasado, recaudó $287,5 millones a través de una oferta pública inicial para la empresa que se convirtió en Sable Offshore. Sable debe completar un trato antes del 1 de marzo o devolver el dinero a sus inversores de OPI (Oferta pública inicial), según muestran sus documentos.
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