El gigante estadounidense del petróleo y el gas, Exxon Mobil Corp., anunció el miércoles que ha alcanzado los 500 millones de barriles de petróleo producidos en el bloque Stabroek en alta mar de Guyana, tan sólo cinco años después de que iniciara la producción en el lugar.
El consorcio liderado por Exxon, que incluye a Hess Corp. y a la china Cnooc, se ha fijado el objetivo de alcanzar una producción de al menos 1,3 millones de barriles por día (bpd) de petróleo a finales de 2027, una hazaña que espera lograr cuando entren en funcionamiento los seis proyectos offshore aprobados.
Según Exxon, los tres primeros proyectos -Liza Fase 1, Liza Fase 2 y Payara- ya están bombeando más de 650.000 bbl/día.
Los datos del gobierno de Guyana revelan que el acuerdo del consorcio generó 6.330 millones de dólares para los socios el año pasado: Exxon obtuvo 2.900 millones, Hess 1.880 millones y Cnooc 1.520 millones de Stabroek. Exxon Mobil posee el 45% del bloque Stabroek, Hess el 30% y Cnooc el 25%.
Exxon empezará pronto a generar gas natural en sus activos de Guyana. SBM Offshore, con sede en los Países Bajos, acaba de cerrar la venta a Exxon de su quinta unidad flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO), por valor de 1.230 millones de dólares, para su uso en las costas de Guyana.
Con una capacidad de producción de 250.000 barriles diarios de petróleo, el FPSO Jaguar tiene una capacidad diaria de tratamiento de gas asociado de 540 millones de pies cúbicos y una capacidad de inyección de agua de 300.000 barriles diarios.
ExxonMobil está avanzando en sus planes para construir un proyecto de conversión de gas en energía en cooperación con el Gobierno de Guyana, cuya puesta en marcha está prevista para finales de 2024.
Según Exxon, el proyecto reducirá significativamente el costo de la electricidad en Guyana. El proyecto propuesto llevaría el gas asociado de los proyectos en alta mar operados por ExxonMobil Guyana (Liza Fase 1 y 2) a través de un gasoducto a las instalaciones de procesamiento de gas en tierra. El gasoducto transportaría hasta ~50 millones de pies cúbicos estándar al día de gas natural a las instalaciones.
Las tres grandes petroleras han transformado por completo la economía del pequeño país sudamericano. Mientras que, históricamente, el PIB per cápita de Guyana se encontraba entre los más bajos de Sudamérica, el extraordinario crecimiento económico registrado desde 2020, con una media del 42,3% en los últimos tres años, ha llevado el PIB per cápita a 20.360 dólares en 2023, frente a los 6.477 dólares de 2019. Guyana se considera ahora un país de renta media-alta.
Las inversiones en aguas profundas superan a las de esquisto
Cada vez hay más indicios de que el auge del esquisto en Estados Unidos podría estar cerca de tocar techo. Mientras que la producción global está cerca de niveles récord, la cantidad de petróleo recuperado por pie perforado en la Cuenca Pérmica de Texas cayó un 15% de 2020 a 2023, un ritmo de declive a la par que hace una década. Afortunadamente, esto está sucediendo justo cuando el auge mundial del petróleo en alta mar está despegando.
Los recientes grandes descubrimientos en aguas profundas frente a las costas de Guyana, el Golfo de México y Namibia están devolviendo el interés al sector offshore. Para endulzar aún más la oferta, los proyectos en aguas profundas presentan las cualidades que desean las empresas energéticas modernas: costes más bajos, mayor potencial de recursos, periodos de producción más largos y niveles más bajos de emisiones de dióxido de carbono.
Según la consultora noruega de energía mundial Rystad Energy, el mercado de los equipos para la producción submarina de petróleo crecerá a un ritmo anual del 10% entre 2024 y 2027.
Durante este periodo, la inversión en tubos flexibles, tubos submarinos en espiral y conjuntos de válvulas pasará de 32.000 millones de dólares a 42.000 millones, frente a los 23.000 millones de 2021.
Algo más de un tercio de estas cantidades se invertirán en proyectos en aguas superprofundas realizados con sistemas flotantes de producción, almacenamiento y descarga (FPSO).
Estos sistemas se utilizan en el bloque de licencia Stabroek de Exxon Mobil, donde la puesta en marcha gradual de los FPSO Liza Destiny, Liza Unity y Prosperity permitió aumentar la producción de petróleo de cero a 650 000 bpd.
Se espera que la producción del bloque supere el millón de barriles diarios en la segunda mitad de la presente década, principalmente con la puesta en marcha de nuevos FPSO en los yacimientos de Yellowtail, Tilapia y Redtail.
Entretanto, la inversión masiva también abarcará los proyectos existentes en aguas superprofundas, como Argos en EE.UU., Trion en México y Egina en Nigeria.
La producción en aguas profundas sigue siendo el segmento de petróleo y gas de más rápido crecimiento, con una producción prevista de 10,4 millones de bpe/d en 2022, frente a sólo 300.000 barriles equivalentes de petróleo al día (bpe/d) en 1990. Wood Mackenzie ha pronosticado que a finales de la década esa cifra superará los 17 millones de bpe/d.
Según un nuevo informe de Wood Mackenzie, citado por Rig Zone, la producción de petróleo y gas en aguas profundas aumentará un 60% de aquí a 2030 y representará el 8% de la producción total.
Por su parte, la producción en aguas ultraprofundas seguirá creciendo a un ritmo vertiginoso hasta representar la mitad de toda la producción en aguas profundas en 2030.
Por aguas profundas se entienden las profundidades superiores a 1.000 pies, mientras que por aguas ultraprofundas se entienden las profundidades superiores a 5.000 pies.
