Europa necesita duplicar la proporción de electricidad producida a partir de fuentes renovables para finales de la década para tener la oportunidad de cumplir con un objetivo más estricto de reducción de emisiones que pondría a la economía de la región en el camino de la neutralidad climática, según un informe publicado el lunes.
Los 27 estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo están negociando la forma final de una ley para objetivos climáticos más estrictos en las próximas décadas después de que los líderes de la UE respaldaran en diciembre un plan para reducir las emisiones en al menos un 55% para 2030 desde los niveles de 1990.
En el marco del Green Deal, Europa quiere convertirse para mediados de siglo en el primer continente en eliminar los gases de efecto invernadero.
Las energías renovables representaron más del 19% del consumo de energía de la Unión Europea en 2019, justo por debajo del objetivo vinculante del 20% para 2020, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (European Environment Agency – EEA).
Objetivos más ambiciosos
La energía generada a partir de fuentes verdes se duplicó desde 2005 a 34% de la producción a medida que los estados miembros se alejan del carbón. Sin embargo, el ritmo de la transición verde debe acelerarse para cumplir con los ambiciosos objetivos de emisiones de 2030.
“Para cumplir con estos compromisos más ambiciosos, la energía renovable debería crecer a casi el 70% de toda la generación de la UE para 2030 y a más del 80% para 2050, permitiendo que los sectores más difíciles de descarbonizar reduzcan sus emisiones a través de la electrificación”, dijo la EEA con sede en Copenhague.
Los precios más altos del carbón en el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE ayudarían a que las fuentes de energía renovable sean más competitivas.
El costo de la contaminación en el sistema de Comercio de Emisiones, el mercado de límites máximos y comercio más grande del mundo, nunca había sido más caro, ya que la semana pasada alcanzó un récord de 35,42 euros la tonelada.
Los efectos adversos de la transición
Otro desafío para los formuladores de políticas será abordar algunos impactos adversos del cambio a la energía renovable, dijo la Agencia Europea de Medio Ambiente.
El informe mostró que el impacto de la energía solar y la incineración de residuos municipales biodegradables en agua dulce empeoró en 2018 en comparación con 2005. Además, la energía solar y el aumento en el uso de biomasa tuvieron un efecto negativo en la ocupación del suelo.
Eso se debe a que la fabricación de componentes y la construcción de plantas requieren cantidades significativas de material y energía, lo que genera emisiones adicionales. La nueva infraestructura también puede afectar a los hábitats vulnerables.
“No podemos alcanzar el cero neto sin las energías renovables”, dijo Wendel Trio, director de la organización medioambiental Climate Action Network Europe. “Con el marco adecuado, podemos mitigar los posibles impactos adversos en nuestro medio ambiente y asegurarnos de que todos nos beneficiamos de esta transición al aire limpio”.
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