El euro cayó este lunes por debajo de la paridad con el dólar estadounidense por segunda vez en lo que va de año, ya que la eurozona sigue enfrentándose a un aumento de la inflación mientras se prepara para una posible crisis energética este invierno, ante la preocupación de que Rusia reduzca el suministro de gas natural.
Según el servicio de seguimiento de divisas XE, el valor del euro cayó a 0,999 dólares a primera hora del lunes, lo que supone la segunda vez que ocurre este año, tras una breve caída en julio.
Crisis energética en Europa
La caída del euro se produce días después de que la empresa energética estatal rusa Gazprom anunciara que volvería a cortar el suministro de gas natural a Europa occidental durante tres días para realizar tareas de mantenimiento, una medida que podría frustrar el plan de la región para llenar sus reservas de gas antes de la crítica temporada de invierno.
Las altas temperaturas y la sequía han agravado la crisis energética en Europa este verano, afectando a la generación de electricidad en un momento en que las economías europeas se enfrentan ya a unos precios del petróleo y el gas sin precedentes.
Situación en Alemania
Los precios de la electricidad y el gas en Alemania se han duplicado con creces en sólo dos meses, y la electricidad a un año vista – una referencia para el continente – se ha disparado a 570 euros (573 dólares) por megavatio hora (MWh). Hace dos años, era de 40 euros.
El país dependía del gas de Rusia para alimentar sus centrales eléctricas y fábricas, pero ahora se está preparando para un reto sin precedentes para mantener las luces encendidas y las empresas en funcionamiento después de que Rusia recortara esos flujos. Los cierres temporales debidos a los altos precios ya se han visto antes, con la producción de fertilizantes y acero frenada en diciembre y marzo.
El posible racionamiento del gas en Alemania podría poner en peligro la demanda de acero más que la oferta.
Ahora, los precios están experimentando un repunte aún más sostenido que está endureciendo la situación. El gas europeo para el próximo mes se estableció el jueves en un máximo histórico de 241 euros por MWh, unas 11 veces más de lo habitual para esta época del año.
La producción de energía de carbón ha sido también afectada en Alemania, ya que el hundimiento de las aguas del Rin ha dificultado la navegación por el río. Una compañía naviera local declaró a los medios de comunicación que, aunque todavía era navegable, los barcos sólo podían transportar una cuarta parte de su capacidad.
Situación en Francia
En Francia, el mayor productor europeo de energía nuclear, varias centrales a lo largo del Ródano y el Garona se vieron obligadas a reducir la generación porque las temperaturas del río eran demasiado altas para enfriar las plantas. Esto redujo aún más el suministro de energía tras el cierre de una docena de las 56 centrales nucleares del país para su mantenimiento programado.
La generación de energía nuclear en Francia fue de 20,1 TWh en junio, muy por debajo de los 27,7 TWh registrados en el mismo mes del año pasado, según los últimos datos publicados por el operador del sistema de transmisión eléctrica francés RTE.
La energía hidroeléctrica también recibió un duro golpe. En julio, Francia experimentó un déficit pluviométrico de alrededor del 84%. Como las reservas de los ríos y lagos cayeron a sus niveles más bajos en más de 20 años, sólo se produjeron 4 TWh de hidroelectricidad en junio, el nivel más bajo jamás registrado para el mismo periodo.
Situación en Italia
La situación en Italia no es mejor. El norte de Italia, que alberga el Po -el río más largo del país- y sus principales centrales hidroeléctricas, se enfrenta actualmente a la peor sequía de los últimos 70 años. El nivel del Po ha bajado casi un 50% respecto a la media de los años anteriores.
La compañía energética Enel dijo que una planta cerca de Piacenza, al sureste de Milán, fue cerrada indefinidamente en junio, y la mayoría de las otras plantas hidroeléctricas no están funcionando a plena capacidad debido a los bajos niveles del Po que las alimenta.
De enero a mayo, la producción de hidroelectricidad cayó cerca de un 40% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según Utilitalia, la federación italiana de empresas de agua.
Situación en Noruega
Noruega, primer exportador de electricidad de Europa, con una producción hidroeléctrica de 137,9 TWh el año pasado, está preparando un marco para limitar las exportaciones de electricidad.
Debido a los embalses “medio vacíos”, las exportaciones de energía hidroeléctrica de Noruega, que se han comercializado como “la batería de Europa” y una importante alternativa a la ausencia de gas ruso, no están cumpliendo esta promesa.
A finales de julio, el nivel de llenado de los embalses noruegos era del 67,9%, significativamente inferior al 77,7% correspondiente en la misma época del año entre 2002 y 2021. La tasa de ocupación más baja, del 50,4 por ciento, se registró en el suroeste de Noruega a principios de este mes, según el último informe de la Dirección de Recursos Hídricos y Energía de Noruega (NVE)
Noticia tomada de: Forbes / English News / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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