Los aranceles chinos introducidos en respuesta a las acciones hostiles de EEUU harán que el gas natural licuado (GNL) estadounidense no sea competitivo. Así lo afirmó el presidente ejecutivo de la empresa LNG Canada, Andy Calitz
Calitz confía en que China este año se convertirá en el mayor importador mundial de GNL y espera ganar la competencia a Estados Unidos en ese mercado.
El proyecto LNG Canada es una empresa conjunta de Royal Dutch Shell, PETRONAS malaya, PetroChina, Mitsubishi y la surcoreana KOGAS. Prevé la construcción de una planta de GNL y una terminal de exportación en la costa oeste de Canadá.
Hace dos años, los participantes del proyecto suspendieron su implementación debido a la volatilidad en el mercado del GNL. Pero ahora, según Calitz, Royal Dutch Shell decidió invertir 31.000 millones de dólares en la construcción de la planta.
Aunque el director general de LNG Canada destacó que la decisión de la compañía no estaba relacionada con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, admitió que el arancel del 10% sobre el GNL estadounidense introducido por China en respuesta a los aranceles estadounidenses hará que los proyectos estadounidenses de GNL no sean competitivos en el mercado chino.
Hasta ahora, estos proyectos solo han sido rentables debido a una fuerte disminución en el costo del gas estadounidense debido al rápido aumento de su producción. Al mismo tiempo, en términos de logística, es mucho más fácil entregar gas de Canadá a países del norte de Asia, China incluido. Primero, se encuentran más cerca, y segundo, al trasladar gas de EEUU hace falta pasar por el Canal de Panamá y pagar una tarifa correspondiente. Por lo tanto, los costos de transporte para el GNL canadiense son más bajos.
China es el segundo mayor consumidor mundial de GNL y el mayor comprador de gas a EEUU. En la primera mitad del año, China representó el 15% (1,1 millones de toneladas) de las exportaciones del GNL de EEUU, y esta parte podría seguir creciendo, pero en las condiciones de una guerra comercial deja de ser rentable. Además, China tiene muchos proveedores alternativos, le dijo a Sputnik el investigador del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Popular de China Liu Ying.
“Canadá es un sustituto potencial para el GNL estadounidense. Además de Canadá, el GNL también está disponible en Australia, Catar, Nigeria y Rusia. Si nos fijamos en las estadísticas de 2017, vemos que Catar ocupó el primer lugar en el suministro del GNL a China, luego a Australia, Malasia, Nigeria, Indonesia, Argelia, Estados Unidos y Rusia. Así que China tiene muchos proveedores de GNL”, subrayó el experto.
De momento, Rusia está desarrollando la cooperación con China en el sector del GNL. Por ejemplo, en el proyecto Yamal LNG, el 20% pertenece a la CNPC china y el 9,9% al Fondo de la Ruta de la Seda. Yamal LNG es una planta de licuefacción de gas de la compañía rusa Novatek. En julio, dos petroleros de GNL rusos entregaron los primeros envíos de gas de Yamal LNG a China.
Ahora, el mayor importador del GNL en el mundo es Japón, pero los expertos esperan que este año China lo supere. Según las estadísticas oficiales, el consumo general de gas en China en 2018 ascenderá a 270.000 millones de metros cúbicos, y para el 2.020, a 320.000 millones de metros cúbicos. Por lo tanto, el gas licuado no será suficiente, hay opciones alternativas y más económicas para el suministro por tuberías, dice Liu Ying.
“En términos de costo, las importaciones de gas por gasoductos son más baratas para China. Además, tras importar el GNL, es necesario realizar muchas operaciones para su regasificación. Esto aumenta enormemente los costos. Aunque es cierto que el GNL es un producto más limpio”, explica.
Pekín está pensando activamente en aumentar la importación de gas por gasoductos desde Rusia. Durante las negociaciones con Putin en Vladivostok el presidente Xi Jinping ordenó acordar las entregas del gas ruso a China a través de la llamada ruta occidental (gasoducto Altái, o la Fuerza de Siberia 2) lo antes posible.
El proyecto presupone el suministro de gas desde los yacimientos de Siberia Occidental hasta el noroeste de China. Este gasoducto podrá suministrar adicionalmente unos 30.000 millones de metros cúbicos de gas a China anualmente. Además del gasoducto Altai, también se está considerando la opción de instalar una tubería desde Vladivostok a las provincias del noreste de China para suministrar hasta 10.000 millones de metros cúbicos de gas anualmente.