Endesa tiene la intención de captar el 15% de la producción renovable que se ponga en marcha en España hasta 2030.
Las compañías eléctricas afrontan la transición hacia un modelo energético basado en energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles y la energía nuclear. Todo ello pasa por apostar por nuevas plantas renovables e invertir en su construcción, tanto en eólica como solar. Nuestro país se encuentra en el punto perfecto para convertirse en un paraíso de la energía verde.
“España se encuentra en un momento dulce a nivel mundial”, observa el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en una entrevista con Business Insider. El ejecutivo analiza que el coste de la energía solar era de 450 euros MW/h en 2007 y lo contrasta con los 45 euros actuales. La cifra no sólo se ha dividido por diez sino que sigue una tendencia a la baja.
El precio de la eólica, también, se ha dividido por cinco y “esto ha propiciado que ambas energías dejen de necesitar subvenciones. Hoy son competitivas y contribuyen a contener o bajar los precios eléctricos. Esto sucede tanto en España como a nivel mundial”, añade el ejecutivo.
En palabras de Bogas, Endesa es la cuarta empresa en renovables en España. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que sirve de referencia a las energéticas, propone que en 2030 el 80% de la producción energética sea renovable y el 100% en 2050. Para ello, España pasará de los 30.000 MW renovables actuales —sin contar la hidráulica— a 90.000 MW. Según avanza el consejero delegado, Endesa tiene la intención de capturar el 15% de la potencia renovable que se pondrá en funcionamiento en España hasta 2030.
“En las dos primeras subastas de renovables que ha organizado el Gobierno hemos conseguido casi 1.000 MW que estarán prácticamente en funcionamiento este año”, explica. “Pondremos en servicio otros 1.000 MW en los dos años siguientes y nos gustaría incrementar este ritmo de crecimiento en nuestro Plan Estratégico”.
El consejero delegado de Endesa considera que la compañía cuenta con una posición fuerte para capturar ese 15% de crecimiento en un mercado abierto: “estamos donde queremos estar”, sentencia el ejecutivo.
En opinión de Bogas, el Plan Nacional de Energía y Clima convertirá a España en un país líder mundial en renovables. “Los precios tenderán a la baja y, en cuanto a la calidad, se están desarrollando sistemas de gestión de la demanda, gracias a la digitalización”.
El almacenamiento, el gran escollo de las renovables
Cierto es que las renovables tienen, todavía, algunos problemas que superar. Uno de ellos, apunta Bogas, es la falta de firmeza en la portación de potencia. Lo explica el ejecutivo de Endesa: “la energía solar, si es de noche, no produce, y lo mismo sucede con la eólica cuando no hay viento. Esta falta de firmeza implica que no te la puedas jugar a depender totalmente de energías que son inevitablemente intermitentes por su naturaleza, porque la electricidad es un elemento básico para la economía”.
Así es que Bogas apunta que es necesario desarrollar baterías para almacenar la electricidad cuando las renovables no produzcan energía. “Estos sistemas de almacenamiento no están maduros ni económica, ni tecnológicamente, pero se va avanzando en ello”, resuelve Bogas que augura que complementará a la generación renovable en el futuro.
El futuro de la energía nuclear
Las centrales nucleares también han entrado a formar parte del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, y es que su cierre se prevé entre el año 2027 y 2035. “Cerrarían los siete reactores que ahora tenemos, cuatro a finales de 2030 y gradualmente el resto hasta finales de 2035”, aclara Bogas.
La Unión Europea, no obstante, no ha marcado ningún objetivo concreto para la nuclear ya que no emite CO2 y la decisión, por tanto, compete a los países. “Hay países que deciden cerrar las nucleares, otros que deciden no abrirlas nunca y otros que están definiendo fechas, como es nuestro caso”, asegura el ejecutivo poniendo en el horizonte el objetivo del gobierno de que en 2050 el 100% de la producción energética sea renovable.
“Yo siempre he dicho que este plan es muy ambicioso, no sólo por el tema de la nuclear. También por el tema del clima, de la contaminación y del calentamiento global es un tema muy importante y ser ambicioso en esto me parece correctísimo”, indica Bogas.
Aún así, señala que en un plan a tan largo plazo debe haber elementos de flexibilidad para conseguir los objetivos y poder adaptarse a medida que avance la tecnología. “Pero no es algo que esté escrito en piedra. Lo he dicho alguna vez: tenemos que perseguir sus objetivos, pero también tener la capacidad y la flexibilidad suficientes para ir adaptándonos en cada momento”, considera el directivo.
Noticia de: Business Insider
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