El 20 de abril de 2020 los contratos para mayo de WTI cayeron en territorio negativo con precios de –US$ 37.63 por barril. Esta situación estremeció los mercados de crudo, sin embargo, pasado varias semanas y con ello cambios en las condiciones imperantes, ahora la situación es bastante diferente. A continuación veremos cuáles son éstas y como han influido en el giro que ha dado el mercado y los precios del crudo.
A diario la compra y venta de crudo del Mar del Norte se negocia en Londres, donde a las 4 de la tarde y por lapso de media hora se reúnen los actores más poderosos del mercado para establecer el precio del crudo Brent.
Apenas hace 2 meses estos mismos traders solo estaban interesados en vender cargamentos, ninguno estaba dispuesto a comprar. Ahora la ventana, como se conoce en el mercado a esta media hora de negociación en Londres, se ha transformado en un mercado alcista, donde la demanda supera 10 a 1 a la oferta, lo cual está impulsando los precios.
¿Que llevó a esta situación?
En primer lugar, el brote de coronavirus anuló la demanda en China y fracturó la alianza petrolera entre Moscú y Riad. Seguidamente, la epidemia mundial y la destructiva guerra de precios entre Arabia y Rusia empujaron al mercado petrolero mundial al borde del desastre. Finalmente, el colapso reunió a los rivales para lograr el mayor corte de producción registrado hasta ahora.
A partir de allí el mercado ha dado un giro favorable importante, que si bien, aun no logra alcanzar estabilidad, ciertamente es un logro importante.
Comportamiento reflejo
La renovada fuerza del “mercado físico” para el crudo, en donde los barriles reales cambian de manos entre productores, refinadores y comerciantes, está impulsando un aumento en el mundo mucho más grande de los contratos de petróleo que se realizan en Wall Street y que se negocian en Londres y Nueva York.
Hace unos días, los contratos a futuro de WTI sobrepasaron los US$ 40 el barril. Esto precisamente es lo que corresponde a una imagen de espejo respecto a lo ocurrido apenas en abril, cuando el crudo referente norteamericano tuvo una caída sin precedentes a medida que las reservas almacenadas estaban al tope de capacidad.
Más allá del simbolismo que pueda representar el número para el mercado estadounidense, la curva del precio del petróleo para Brent, que representa el rango de contratos de futuros que cubren los próximos meses, muestra que el mercado internacional también se ha transformado.
La semana pasada el mercado dio un giro a lo que se denomina backwardation, con crudo para entrega inmediata negociándose con una prima para hacer forward de los contratos. Esa forma es una señal reveladora de que los refinadores que vieron desaparecer la demanda de sus productos durante el periodo de confinamiento, ahora están dispuestos a pagar más para asegurar suministros para sus instalaciones.
Una situación de backwardation ocurre cuando el precio actual (spot) de un activo subyacente, como el petróleo, es más alto que los precios que operan en el mercado de futuros.
La flexibilización del confinamiento
En China, según información oficial, el consumo de petróleo ha vuelto casi a los niveles previos a la pandemia. Todavía está en niveles inferiores en países como Italia y España, que se vieron gravemente afectados por el coronavirus, pero se recuperó rápidamente en otros países como India, Japón, Francia y Alemania.
La demanda mundial cayó hasta un 30% entre finales de marzo y principios de abril, cuando los gobiernos bloquearon a países enteros. La escala del rebote sigue siendo muy debatida, pero la mayoría dice que el consumo está ahora entre un 10% y un 15% por debajo de los niveles normales.
De acuerdo con Giovanni Serio, economista jefe de Vitol Group, el mayor operador independiente de petróleo del mundo, el seguimiento a corto plazo de la demanda confirma una recuperación saludable de los mínimos de abril.
Vitol estima que cada semana de junio, la demanda de petróleo está aumentando alrededor de 1.4 millones de barriles diarios, eso es casi equivalente a agregar semanalmente todo el consumo del Reino Unido al mercado.
Recuperación desigual y la segunda oleada
El mercado aún no está fuera de la situación de inestabilidad. En muchos países, la primera oleada de la pandemia todavía se está acelerando, mientras que China tuvo que tomar medidas drásticas esta semana para evitar que una segunda ola se afianzara en Beijing.
La continua influencia del virus en la vida diaria es visible en la naturaleza desigual de la recuperación del mercado de petróleo.
La gasolina está liderando el rebote a medida, que por los temores de contagio, la gente ha elegido conducir sus vehículos y evitar el transporte público.
Por primera vez desde la pandemia, el combustible es más caro para la entrega inmediata en el mercado mayorista de Estados Unidos que los contratos a plazo, lo cual es una señal de fortalecimiento de la demanda.
Sin embargo, el diésel, un combustible más estrechamente vinculado al ciclo económico porque impulsa las industrias y los movimientos de carga, se está retrasando su recuperación a medida que la economía mundial entra en recesión.
La demanda de combustible para aviones sigue estando casi tan deprimida como durante el pico de la crisis del coronavirus en abril.
Recorte histórico de producción
Realmente las cifras de consumo de petróleo no tiene que volver en su totalidad a los niveles pre-pandémicos, mientras Arabia Saudita, Rusia y el resto de la alianza OPEP+ mantengan efectivamente los recortes drásticos de la producción.
El grupo OPEP+ ha eliminado alrededor de una décima parte de la oferta del mercado, mientras que la producción de Estados Unidos y Canadá también ha caído considerablemente.
Escalada de precios
La escasez creada por la OPEP y sus aliados ha empujado los precios a niveles inusualmente altos incluso en Europa, un continente que apenas emerge del bloqueo.
Los Urales, la mezcla de exportación insignia de Rusia, se vendía en el noroeste de Europa a finales de marzo con un descuento de US$ 4.60 por barril respecto al crudo Brent.
Ahora, los refinadores están comprando la mezcla con una prima de US$ 1.55, la más alta en casi 10 años. Por su parte el crudo Arab Light de Arabia Saudita que en abril se llegó a vender a un descuento de US$ 10.25, ahora se negocia con una prima de 30 centavos el barril en la región para entrega en julio.
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