El laboratorio de innovación de Enel Green Power ha instalado módulos fotovoltaicos flotantes experimentales. Los beneficios potenciales son numerosos: mayor eficiencia, mínimo uso de la tierra, ahorro de agua y un impacto reducido en el ecosistema.
Una planta flotante en Catania
Imaginen una vasta extensión de paneles fotovoltaicos no ubicados en tierra, como estamos acostumbrados a ver, sino flotando en el agua. El experimento se está llevando a cabo actualmente en Catania, Italia, en el Laboratorio de Innovación, donde han instalado una planta solar de 30KW en una plataforma flotante.
La estructura está equipada con los mismos paneles que se utilizan para las plantas convencionales, pero con una tecnología especial para hacer flotar el sistema en extensiones de agua como lagos, embalses o incluso en mar abierto.
En concreto, el proyecto consta de tres sistemas fotovoltaicos, equipados con módulos monofaciales y bifaciales, integrados en la misma plataforma para probar las diferentes condiciones de funcionamiento y comprobar el funcionamiento de las principales características de la planta.
Las ventajas de un conjunto fotovoltaico flotante
Los datos recogidos se compararán con los de las plantas situadas en tierra firme con instalaciones convencionales para evaluar el rendimiento del conjunto fotovoltaico flotante.
Un parque fotovoltaico flotante ofrece de hecho posibles beneficios sobre su homólogo terrestre, tanto desde el punto de vista del rendimiento como de su impacto en la biodiversidad, porque puede albergar la vida de las aves, sin ocupar espacio terrestre, y evitando la invasión de tierras de cultivo, pastos, bosques o selvas.
Una instalación flotante también significa un importante ahorro de agua. En las zonas ocupadas por las plantas (la cobertura es de todos modos sólo parcial), la evaporación del agua que se encuentra debajo se reduce hasta en un 80%. Por lo tanto, es posible ahorrar grandes cantidades de agua para la agricultura y para el uso humano, preservando al mismo tiempo el ecosistema acuático que se encuentra debajo.
Por último, los paneles son más eficientes: las instalaciones flotantes permiten mantener los módulos a una temperatura más baja, asegurando que las células no se sobrecalienten, un efecto que reduce el rendimiento de los paneles.
La energía eléctrica producida por un sistema flotante, comparada con la de tierra firme, puede aumentar considerablemente, aumentando entre un 7 y un 12%. Por lo tanto, se trata de un sistema de vanguardia con características que tienen el potencial de superar muchas de las limitaciones de las plantas terrestres tradicionales.
Investigación para la innovación en energía solar
La iniciativa forma parte de una serie de proyectos innovadores que ya se han puesto en marcha para apoyar nuestro camino hacia el crecimiento sostenible de la energía fotovoltaica. Entre las diversas iniciativas, la empresa participó en el proyecto InSPIRE en colaboración con el NREL (Laboratorio Nacional de Energías Renovables) con el objetivo de estudiar el impacto de las plantas solares flotantes en el medio ambiente acuático y en la biodiversidad.
El programa tiene una duración de tres años e incluye el seguimiento detallado de cuatro plantas en los Estados Unidos. Los datos recogidos se utilizarán para mejorar el diseño y optimizar las fases de construcción de nuevas plantas fotovoltaicas flotantes en todo el mundo.
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