Los precios del petróleo han alcanzado cifras no vistas en años, superando los US$ 80 por barril, a la par los precios de la gasolina están en los niveles más altos desde 2014. Sin embargo, esta situación tiene sus raíces en varios eventos ocurridos durante el año 2020.
En enero de 2020, justo antes de que la pandemia de Covid-19 empezara a golpear en Estados Unidos, la producción nacional de petróleo era de 12,8 millones de barriles diarios (BPD). La producción se mantuvo en ese nivel durante un par de meses a pesar del doble impacto de una guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, y la creciente destrucción de la demanda como resultado de la pandemia de Covid-19.
Pero la situación era insostenible. El precio del petróleo acabó cayendo a cero y luego siguió bajando. Eso obligó a algunos productores a declararse en quiebra, lo que provocó la mayor caída de la producción de petróleo a corto plazo en la historia de Estados Unidos.
La producción disminuyó hasta 9,7 millones de BPD en mayo de 2020, que fue el mes después de que los precios del petróleo fueran negativos, desde entonces se ha recuperado hasta 11,3 millones de BPD.
Ahora la demanda de petróleo de EE.UU. ha vuelto a subir por encima de los 21,8 millones de BPD, que es donde estaba antes de la caída inducida por Covid.
Esta pérdida de oferta y la recuperación de la demanda es la principal razón por la que hoy se tiene un petróleo de US$ 80 por barril, cuando justo antes de la pandemia sólo costaba 60 dólares por barril.
La pérdida de suministro ha hecho que Estados Unidos pierda su condición de exportador neto de petróleo y productos petrolíferos, que ostentó durante un tiempo. Esa cifra había descendido desde un máximo de 13 millones de BPD de importaciones en 2005 hasta más de un millón de BPD de exportaciones en 2020.
Estados Unidos ha vuelto a ser importador neto, importando recientemente una media neta de 1,3 millones de BPD en las últimas cuatro semanas.
La solución puede tardar un poco
Hay algunos indicios de que la ayuda puede estar en camino. En enero de 2020 había casi 700 plataformas de perforación de petróleo en los EE.UU. En el verano de 2020, ese número había caído por debajo de 200.
El recuento de plataformas se ha recuperado de forma constante durante el último año hasta alcanzar las 544, el nivel más alto desde que comenzó la pandemia.
De acuerdo con los registros de Baker Hughes Co, en la semana hasta el 29 de octubre, el recuento de plataformas petrolíferas y de gas, un indicador temprano de la producción futura, subió en dos, para llegar a 544, su máximo desde abril de 2020.
Esta ha sido la séptima vez que el recuento de plataformas aumentó en las últimas ocho semanas. El recuento total aumentó en 248, o un 84%, con respecto al mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, hay un inconveniente, y es que la nueva actividad de perforación puede tardar meses como mínimo en convertirse en producción real de petróleo y volver a las cifras previas a la pandemia, lograr estabilizar la producción estadounidense y quizás retomar el camino de exportador neto de crudo.
Te puede interesar:
- China supera a Estados Unidos y se convierte en el mayor refinador del mundo
- Perfil de los diez principales países productores de petróleo del mundo
- Saudi Aramco, Gazprom y Exxon, ¿estarían dispuestos a entrar en la minería de bitcoin?
