La industria del shale estadounidense quizás recordará los meses de abril a junio de 2020 como el peor trimestre de su historia, con la mayoría de las empresas cerrando pozos en medio de la caída de precios y la demanda del petróleo. Sin embargo, aunque la actividad puede estar ya tocando fondo, el camino de la recuperación puede tener algunos obstáculos.
ConocoPhillips y otros productores del shale como Parsley, EOG Resources y Marathon Oil presentan balances financieros relativamente fuertes que les permite comenzar a establecer planes para reiniciar la producción.
De este modo Conoco a partir de julio está reactivando algunos de los 225,000 barriles de petróleo equivalentes (boe/d) de la producción que restringió en el segundo trimestre de 2020.
La compañía espera reportar la producción del segundo trimestre de 960,000 a 980,000 boe/d, en línea con la cifra de hace un año, aunque alrededor de 5% por debajo del primer trimestre de 2020.
Una encuesta del Banco de la Reserva Federal de Dallas refleja que de 115 empresas upstream, el 36% planea reiniciar la mayor parte de su producción en junio y 20% en julio, con sólo 13% que lo estaría aplazando para noviembre o más tarde.
El operador clave del Bakken, Continental Resources, uno de los que hizo mayores recortes en mayo, con restricciones de 70% de producción, restaurará su capacidad de julio a un 50% respecto a su nivel previo a la pandemia.
Continental Resources espera reportes de la producción para el segundo trimestre de entre 200,000 y 205,000 boe/d, frente a los 361,000 boe/d del primer trimestre de 2020.
En medio de la restauración gradual de la producción, la Agencia de Administración de la energía (EIA) ha aumentado ligeramente sus estimaciones de producción bruta de EE.UU. para 2020 y 2021. En su última Perspectivas de Energía a Corto Plazo (Short-Term Energy Outlook – STEO) pronostica una producción de 11.63 millones de bpd este año, un incremento de 0.6% con respecto a la previsión anterior.
Así mismo ha aumentado su proyección para 2021 en 1.6% a 11.01 millones de bpd (MMbpd). La producción de junio fue de unos 11 MMbpd, lo que representa un descenso de 1.9 MMbpd con respecto al récord de 12.9 MMbpd alcanzado en noviembre de 2019.
Se espera que los volúmenes de este año estén por debajo en 600,000 bpd en comparación con 2019, la primera caída anual desde 2016.
Las previsiones más altas vienen en medio de una recuperación de los precios del crudo, con los precios del WTI en el NYMEX operando por encima de US $40 por barril.
En el reporte de la EIA se espera que este año el WTI promedie US$ 37.55 por barril, un alza de 7% con respecto a la previsión anterior.
A medida que los mercados de crudo se fortalecen, el número de plataformas petrolíferas de Estados Unidos puede finalmente estar tocando fondo después de alcanzar un nuevo mínimo histórico de 181 al 10 de julio, una caída de 74% desde principios de marzo, dice la firma estadounidense de servicios petroleros Baker Hughes.
Tabla 1. Conteo de plataformas al 10-jul-2020. Fuente: Baker Hughes
Figura 1. Conteo de plataformas 2016-2020.
Los desafíos para la recuperación
Un elemento clave será el acceso al capital, a medida que la capacidad de endeudamiento de las empresas se reduce aún más.
Se espera que el acceso disminuya a medida que los bancos reduzcan el valor de las reservas de petróleo y gas de los productores, esto es con frecuencia el principal activo contra el que recaudan fondos, sobre la base de los precios de los futuros.
En una indicación de la magnitud del recorte al que se enfrentan los productores, Talos Energy, con sede en Houston, dice que su valor base cayó en 14% a US$ 985 millones en la última revisión, desde US$ 1.5 billones. En general, la agencia de calificación crediticia Moody’s espera una disminución de valor entre 20 y 30% entre marzo y junio.
La falta de fondos significa que las empresas pueden tener dificultades para poder cumplir con la necesidad de atender la deuda e invertir en la producción.
La reinversión del flujo de caja se está volviendo tópica, ya que los operadores pueden fijar objetivos de gasto muy por debajo del flujo de caja para garantizar el flujo de caja libre a través de los ciclos de mercado, dice el banco estadounidense de inversión energética Tudor Pickering Holt. Los niveles elevados de deuda significan que la industria no tiene más remedio que usar más efectivo para reducir los préstamos.
Las fuerzas ya están empezando a mostrarse, las quiebras de empresas de petróleo y gas estadounidenses ascendieron a 18 en el segundo trimestre de 2020, el nivel trimestral más alto en cuatro años, dice el bufete de abogados Haynes and Boone.
De acuerdo con la apreciación de Haynes and Boone, es razonable esperar que un número considerable de productores continúe buscando protección contra los acreedores en bancarrota, incluso si los precios del petróleo se recuperan en los próximos meses.
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