Australia está a punto de alcanzar una importante victoria, pero no en el campo de críquet. En los últimos meses se han registrado unos 98 proyectos de hidrógeno, un número considerable de ellos orientados a un futuro mercado de exportación. Y en febrero, uno de ellos, la Hydrogen Energy Supply Chain (HESC) de Victoria, causó una pequeña sensación al enviar el primer cargamento de prueba de hidrógeno líquido a Japón.
Australia está ansiosa por hacerse un hueco en el incipiente mercado del hidrógeno para contrarrestar su posición establecida y comprometida con el clima como gran exportador de carbón, GNL y petróleo crudo.
No cabe duda de que merece la pena aprovechar la oportunidad. Según la Australian Renewable Energy Agency, la demanda de hidrógeno en Australia podría superar los 3 millones de toneladas anuales en 2040, con un valor potencial de 10.000 millones de dólares australianos al año.
Los proyectos de hidrógeno comenzaron a surgir en Australia hace aproximadamente una década, mientras que el HESC se anunció en 2018. El 25 de febrero, el buque llamado Suiso Frontier transportó hidrógeno líquido desde el puerto de Hastings, en Australia, hasta Kobe, en Japón, demostrando la posibilidad de transportar el combustible a largas distancias a menos 253 grados Celsius.
El cargamento recibió comentarios irónicos de los cínicos del hidrógeno por llevar sólo 2,6 toneladas de hidrógeno líquido frente a la capacidad del buque, que es de 75 toneladas. El hecho de que el hidrógeno a bordo se produjera mediante la gasificación del carbón también suscitó críticas.
Sin embargo, HESC sigue confiando en poder reducir los costes mediante economías de escala, de modo que en 2030, cuando el proyecto alcance su estado comercial, la producción de 225.000 tm/año tendrá un precio competitivo y será baja en carbono, gracias a la captura y el almacenamiento de carbono.
Hay otros proyectos que ejemplifican la ambición de Australia, así como su afición por la tecnología.
Por ejemplo, el proyecto Tiwi Hydrogen prevé exportar hidrógeno comprimido en vehículos especialmente construidos a partir de 2026.
Este proyecto prevé producir 100.000 tm/año de hidrógeno renovable, ya que pretende beneficiarse de una ruta más corta hacia el mercado desde el extremo norte de Australia.
Por su parte, SunHQ Hydrogen Hub, en Queensland, pretende producir hidrógeno renovable a finales de 2022 para camiones con pila de combustible. En fases posteriores, el participante en el proyecto, Ark Energy, tiene previsto exportar el vector energético y contribuir así a la descarbonización de su empresa matriz, Korea Zinc.
Los megaproyectos de hidrógeno de Australia
De acuerdo con la base de datos de activos de producción de hidrógeno de S&P Global Commodity Insights, las capacidades actuales y previstas de hidrógeno renovable y de baja emisión de carbono en Australia ascienden a unos 8 millones de toneladas anuales, asumiendo factores de capacidad normalizados.
Siete centros de hidrógeno se encuentran en fase de concepto, mientras que megaproyectos como los que está desarrollando InterContinental Energy llegan hasta el Western Green Energy Hub, de 50 GW, que se extiende por 15.000 km2 y tiene como objetivo producir 3,5 millones de toneladas de hidrógeno renovable o 20 millones de toneladas de amoníaco renovable.
“Australia está bien situada para hacer del hidrógeno su próxima gran exportación”, según la National Hydrogen Strategy del país. “Tenemos todos los recursos naturales necesarios para producirlo, un historial de construcción de industrias energéticas a gran escala y una reputación como socio probado de los mayores importadores de energía de Asia”.
Construyendo puentes
Con sus planes de generación de energía a base de hidrógeno, vehículos de pila de combustible y barcos de pila de combustible, Japón es el mercado objetivo clave para Australia.
Mitsui & Co., Japan Oil, Gas and Metals National Corporation, Marubeni, IHI Corporation, Itochu y Sumitomo participan en varios proyectos de hidrógeno.
También se están cultivando otras relaciones. Una declaración de intenciones con Alemania de junio de 2021 supuso la financiación conjunta de la llamada Hydrogen Innovation and Technology Incubator, o HyGATE.
Por su parte, Australia y Singapur anunciaron una asociación de 30 millones de dólares australianos en 2021 para acelerar el despliegue de combustibles de bajas emisiones e hidrógeno limpio en las operaciones marítimas y portuarias.
Y el puerto de Rotterdam y Australia Occidental firmaron un memorando de entendimiento en noviembre de 2021 para desarrollar una cadena de suministro de exportación de hidrógeno renovable.
Alzando vuelo
El siguiente gran paso será cuando se firmen los primeros acuerdos de compra de hidrógeno.
La empresa australiana Port Anthony Renewables, en Victoria, invitó el 14 de febrero a presentar manifestaciones de interés para la compra de hidrógeno renovable que se producirá en el puerto y se enviará al extranjero o se venderá en el país a partir de 2025.
HESC e InterContinental Energy afirman que están manteniendo conversaciones con posibles compradores.
Australia tiene como objetivo que el precio del hidrógeno renovable esté por debajo de los 2 dólares australianos por kilo (1,43 dólares por kilo) en su Hoja de Ruta de Inversión Tecnológica, por debajo de los niveles actuales de más de 5 dólares australianos por kilo.
Por último, Fortescue y Airbus han firmado un memorando de entendimiento para cooperar en el desarrollo del hidrógeno como combustible de aviación, con el objetivo de que el primer avión de cero emisiones esté en servicio en 2035.
Para el sector australiano del hidrógeno, esta sería una gran victoria digna de una gran ovación.
Noticia tomada de: SP Global / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Te puede interesar:
- Ventajas y desventajas del hidrógeno verde
- ¿Cómo puede el Blockchain certificar el origen de la energía verde?
- Shell: La electricidad cubrirá el 60% del uso de energía de China para 2060
