Los estadounidenses están comprando más joyas de diamantes que nunca, pero los precios de la mayoría de las gemas pulidas están cayendo.
Hace cinco años, la mayor preocupación de la industria del diamante era ser olvidada por los millennials, quienes, según la teoría, no codiciaban las gemas brillantes como lo habían hecho sus padres.
La preocupación resultó ser mayormente infundada, pero la realidad es casi peor. Mientras que los estadounidenses están comprando más joyas de diamantes que nunca, la mayoría de los diamantes pulidos son cada vez más baratos. Los precios más bajos y un exceso del tipo de piedras que entran en un anillo de compromiso o un par de aretes de una tienda de descuento han llevado a la crisis mundial al comercio de diamantes.
En el centro del dolor están los intermediarios que cortan, pulen y comercializan los diamantes del mundo. Sus ganancias se evaporaron a medida que las piedras pulidas perdieron valor, los bancos restringieron el financiamiento y el principal productor De Beers se mantuvo firme con los precios que exige por los diamantes en bruto que excava.
Este año, la crisis se ha extendido para engullir también a los mineros de diamantes del mundo. Incluso De Beers, que dicta los precios a su selecto grupo de clientes, ha sido exprimido a medida que los clientes con dificultades se niegan a comprar. La semana pasada, el minero icónico finalmente capituló, bajando los precios en todos los ámbitos, lo que ayudó a aumentar las ventas en su última oferta en Botswana.
Aún así, los resultados fueron relativamente débiles. Los $ 390 millones en ventas de diamantes en bruto este mes son los más bajos para una ronda de noviembre desde al menos 2016. Es poco probable que el recorte de precios sea suficiente para marcar la diferencia para los clientes de De Beers, que han estado luchando por obtener ganancias durante más de 18 meses.
No todos los diamantes se están volviendo más baratos. Las ventas del tipo de joyería de lujo de marca vendida por Tiffany & Co., Cartier o Bulgari han sido resistentes y acaparando participación de mercado en la industria de $ 80 mil millones. Sin embargo, todavía representan solo alrededor del 30% del total mundial.
En el resto del mercado, los diamantes se tratan más como un producto básico, a juzgar por los famosos 4C: color, claridad, corte y peso en quilates. Sin la marca, hay poco para diferenciar un anillo o una piedra de otro, aparte del precio, y los consumidores pueden determinar la tarifa actual en tiendas en línea como Blue Nile.
Una década perdida
Como resultado, los precios pulidos han estado cayendo, ya que las miles de empresas que cortan y pulen las gemas son presionadas por los minoristas que están en un excelente lugar para negociar. Un índice que rastrea los precios al por mayor de diamantes está cerca del mismo nivel que en 2002 y disminuyó constantemente desde 2011.
“Hay toneladas de jugadores y compiten entre ellos”, dijo Anish Aggarwal, socio de la firma especializada en asesoría de diamantes Gemdax. “Esto les da a los minoristas un gran poder de compra, que puede usarse para mantener los precios pulidos más bajos de lo que podrían ser”.
Al mismo tiempo, la demanda de diamantes ha sido constante o en aumento. En los Estados Unidos, que representa el 50% de las ventas, la demanda creció un 4,5% el año pasado y los estadounidenses gastaron $ 36 mil millones en joyas de diamantes. Pero con un amplio suministro de piedras pulidas, los precios se han mantenido obstinadamente bajos.
Los comerciantes de diamantes tienen mucho de qué preocuparse. Ha habido una sobre oferta de diamantes en bruto en los últimos años, especialmente en gemas más pequeñas. Los minoristas tienen menos inventario, lo que obliga a los proveedores a mantener más existencias en un momento en que los precios están cayendo. Los bancos también han estado abandonando el sector, cortando el crédito a una industria que se ha acostumbrado al dinero barato.
Para mas información visite: Bloomberg / Traducción libre del inglés por WorldEnergyTrade.com
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