El histórico colapso de los precios del petróleo presenta un dilema incómodo a las grandes empresas energéticas de China: siga las señales del mercado para reducir la perforación o atienda las órdenes del presidente Xi Jinping de aumentar la producción.
Si bien la principal influencia de China en el petróleo global es que es el mayor importador mundial, pero también produce 3,8 millones de barriles por día, más crudo que todos los miembros individuales de la OPEP, excepto dos. La última vez que el crudo cayó tan bajo, en 2016, la respuesta de China fue reducir el gasto en campos viejos y caros, y la producción se desplomó.
Es posible que esta vez no sea una opción, después de que las tensiones comerciales con los Estados Unidos llevaron a Xi en 2018 a ordenar un aumento en la exploración y producción nacional para salvaguardar la seguridad energética del país. Cuanto más dure el colapso de los precios, más se probará el impulso del gobierno por la suficiencia energética, con empresas estatales como PetroChina Co., Sinopec Corp. y CNOOC Ltd. atrapadas en el medio.
“El gobierno chino aún quiere producir más para mejorar su tasa de autosuficiencia”, dijo Dennis Ip, analista de Daiwa Capital Markets Hong Kong Ltd. “Los precios más bajos del petróleo definitivamente afectarán el flujo de efectivo de esas tres grandes petroleras. Ya sea que ejecuten el 100% de su plan de capital este año, o intenten diferir, realmente depende de cuánto dure esto”.
Los precios del crudo han caído casi a la mitad desde el comienzo del año a medida que el brote de coronavirus debilita la demanda y Arabia Saudita y Rusia desatan la oferta en lo que parece ser el comienzo de una guerra de precios. Perforadores estadounidenses como Occidental Petroleum Corp. y Diamondback Energy Inc. ya han anunciado planes para recortar gastos en medio de la caída.
Los perforadores de China son particularmente sensibles a los precios más bajos, porque sus campos son más antiguos y requieren más trabajo para mantener la producción, dijo Parul Chopra, vicepresidente de investigación de aguas arriba de la consultora Rystad Energy AS. El precio necesario para que los nuevos pozos alcancen un punto de equilibrio en el país es de aproximadamente $ 41 por barril, en comparación con $ 13 para Arabia Saudita y $ 11 para Irak, dijo. PetroChina, la compañía petrolera más grande del país, describió algunos de sus campos como “sin esperanza” de ser rentables durante la caída de precios de 2016.
La producción de petróleo de China se desplomó durante el último colapso, de un pico de 4,3 millones de barriles por día en 2015, cuando era el quinto mayor productor mundial, a 3,8 millones de barriles en 2018, cuando cayó al número 8.
Para entonces, el país había superado a los Estados Unidos para convertirse en el mayor importador mundial de petróleo. Con las tensiones comerciales en ebullición, Xi dio instrucciones a las empresas estatales de energía para aumentar la producción. China National Petroleum Corp., el propietario mayoritario de PetroChina, dijo que adoptará “medidas revolucionarias” para garantizar una producción estable o mayor.
Las tres grandes petroleras del país aumentaron el gasto al año siguiente en un 18% y lograron revertir la disminución de la producción. Sin embargo, tuvo un costo. Las acciones de PetroChina cayeron un 20%, incluso cuando el índice MSCI Asia Energy subió un 6% y fue acusado de poner el servicio nacional por encima de los accionistas.
La recuperación económica de China del brote de coronavirus agregará más incentivos para mantener elevada la actividad de perforación, dijo Max Petrov, analista principal de la consultora energética Wood Mackenzie Ltd.
“Beijing querrá mantener altos los flujos de energía y los niveles de empleo a medida que la actividad económica vuelva a la normalidad después del impacto de Covid-19”, dijo. “Esto sugiere que el gasto seguirá siendo alto o se acelerará durante la segunda mitad del año”.
A raíz del colapso de los precios de esta semana, los analistas han estado ocupados marcando sus pronósticos para las unidades listadas. Si bien las grandes empresas petroleras disfrutan del favor del gobierno, y los subsidios, no están protegidas de las circunstancias del mercado. PetroChina, por ejemplo, importa gas con pérdidas para facilitar el cambio de China del carbón al combustible de combustión más limpia.
De los Tres Grandes, Sinopec puede estar en la mejor posición para superar el colapso del mercado petrolero, según Citigroup, debido a sus enormes operaciones de refinación, que se benefician del crudo más barato. Al mismo tiempo, el valor de su inventario de petróleo habrá sido aplastado por el colapso, y eso pesará en las ganancias.
CNOOC, el mayor explorador offshore, es el único de los tres en anunciar planes de gasto este año, y dijo en enero que aumentaría el gasto al nivel más alto desde 2014. Daiwa’s Ip dijo que las tres compañías están realizando análisis internos sobre los niveles de gasto después del reciente caída de los precios, y aún no se ha decidido un curso de acción.
Sinopec declinó hacer comentarios sobre sus planes de gasto. PetroChina y Cnooc no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Si bien el colapso petrolero afectará las ganancias de los perforadores, ofrece otra forma para que el país aumente la seguridad energética, dijo Tian Miao, analista de Everbright Sun Hung Kai Co. Los precios en picada están creando una oportunidad para que China importe crudo barato para llenar su reservas estratégicas, que puede aprovechar si sus suministros alguna vez se ven amenazados.
“El compromiso de China para impulsar la producción nacional de petróleo y gas se mantendrá sin cambios a largo plazo”, dijo. “Los incentivos de las grandes petroleras nacionales para una mayor producción y más gasto de capital se reducirán inevitablemente si los precios del petróleo permanecen débiles durante el resto del año, pero eso puede compensarse con mayores importaciones”.
Noticia de: Energy Voice / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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