El lunes, el coste medio de un galón de gasolina era de 3,30 dólares, 7,5 céntimos más que hace un mes y 1,08 dólares más que hace un año. El martes, la media había subido a 3,32 dólares, un precio que no se veía desde 2014.
La demanda mundial de petróleo sigue siendo alta, aunado a que la oferta sigue siendo escasa. El costo del crudo supera los US$ 80 por barril. En agosto, el precio del barril estaba por debajo de los US$ 60. El crudo representa aproximadamente la mitad del precio de la gasolina.
La gasolina “simplemente sigue subiendo”, dijo Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo en GasBuddy. “Creo que es sólo cuestión de tiempo hasta que lleguemos a US$ 3,35 y tal vez a US$ 3,40 hasta que las cosas se pongan al día”.
Algunas recomendaciones
Los conductores pueden ahorrar en gasolina. Para empezar, puede conducir con más suavidad, lo que puede hacer que el motor de su vehículo funcione de forma más eficiente, dijo De Haan. En otras palabras, no haga cosas como acelerar o correr de un semáforo a otro.
La recomendación es no hacer cosas que aumenten el consumo, como acelerar bruscamente o en trayectos cortos, como de un semáforo a otro.
“Pero es difícil convencer a los automovilistas de que dejen de pisar el acelerador”, dijo De Haan.
Buscar el mejor precio. Dependiendo del lugar de residencia, puede haber grandes oscilaciones de precio entre las gasolineras. Y aunque la diferencia de precio por galón sea sólo de unos céntimos, puede suponer cientos de dólares al año.
Incluso los precios de un estado a otro pueden variar significativamente. Por ejemplo, los estados con los precios medios por galón más altos son California (4,45 dólares), Hawái (4,13 dólares) y Nevada (3,90 dólares).
Los precios medios más bajos están en Texas con 2,92 dólares, Oklahoma con 2,94 dólares y Arkansas donde el precio es de 2,97 dólares por galón.
“Demasiados automovilistas se acercan al surtidor más cercano y acaban pagando de más”, afirma De Haan.
También hay aplicaciones como GasBuddy, Gas Guru y AAA TripTik, que se pueden utilizar para encontrar los mejores precios en la ruta.
Asimismo merece la pena consultar los programas de fidelización, que tienen muchas de las principales cadenas de gasolineras. Por lo general, son gratuitos y pueden ofrecer descuentos de céntimos por galón.
Ahora bien, las tarjetas de crédito que ofrecen descuentos por la compra de gasolina pueden no ser la mejor opción, a menos que pagues habitualmente el saldo de la tarjeta. En otras palabras, podría terminar pagando más en intereses que el propio descuento.
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