El metano renovable tiene un “enorme” potencial para sustituir a los combustibles fósiles en los barcos y puede lograr una reducción de hasta el 80% de los gases de efecto invernadero (GEI), según un nuevo informe.
Basándose en los escenarios de desarrollo de la demanda de gas natural comprimido (GNC) y gas natural licuado (GNL) en el transporte marítimo, así como en la producción sostenible de metano renovable en Alemania, el estudio investigó el potencial y la consiguiente reducción de gases de efecto invernadero del metano renovable como combustible para camiones y barcos en 2030.
El estudio fue realizado por investigadores del Instituto de Tecnología Ambiental y Economía Energética (IUE) de la Universidad Tecnológica de Hamburgo (TUHH). Los investigadores del IUE recibieron el encargo de la Organización Nacional de Hidrógeno y Tecnología de Pilas de Combustible (NOW GmbH), con sede en Alemania.
El estudio concluyó que, en el transporte marítimo, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse entre un 35 y un 80% utilizando metano renovable producido de forma sostenible, especialmente en función del deslizamiento de metano de los motores utilizados.
Según el informe, para lograr una reducción de los gases de efecto invernadero superior al 80%, habría que reducir también las emisiones previas.
Además, el informe destaca que la mayor parte del potencial explotable no se ha aprovechado hasta ahora. El biometano avanzado producido a partir de materiales residuales como la paja o el estiércol líquido, así como el metano basado en la electricidad, aún no se han explorado al máximo.
En general, los científicos concluyeron que el potencial explotable del metano renovable producido sólo en Alemania de aquí a 2030 “superaría considerablemente la demanda” de gas natural en los segmentos de combustible analizados.
Sin embargo, el informe también subrayó que el metano renovable es, por lo general, más caro que el gas natural fósil, por lo que la sustitución no se producirá sobre una base puramente de costes y sin un marco regulatorio.
“Debido a la falta de requisitos normativos e incentivos para su uso en el transporte marítimo, los investigadores no suponen que el GNL fósil vaya a ser sustituido por el metano renovable en grandes cantidades en un futuro previsible. Sin embargo, el paquete de medidas “Fit for 55″ de la Comisión Europea, publicado en 2021, y el proyecto de reglamento marítimo FuelEU que contiene, proponen objetivos y medidas iniciales para fomentar el uso de combustibles con bajos niveles de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo”, según el estudio.
Mientras tanto, el potencial del metano también se exploró en el marco del proyecto MethanQuest desarrollado por la empresa de ingeniería e Rolls-Royce y la asociación alemana para el gas y el agua DVGW.
El proyecto se puso en marcha en septiembre de 2018 con un total de 29 socios de la investigación, la industria y el sector energético con el objetivo de trabajar juntos en los procesos de producción de metano a partir de renovables y para utilizarlo para lograr una movilidad y generación de energía neutras para el clima.
Además, algunas de las compañías navieras mundiales, entre ellas la francesa CMA CGMA, ya han puesto en marcha su oferta de transporte marítimo bajo en carbono basado en el biometano.
A partir de mayo de 2021, los clientes de CMA CGM podrán seleccionar el biometano a través de la gama de servicios Act with CMA CGM+, allanando el camino para una reducción sustancial del impacto medioambiental del transporte de sus mercancías.
Noticia tomada de: Offshore Energy / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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