Uno de los aspectos más relevantes que sin duda tendrá lugar durante la próxima reunión del G20 este 28 y 29 de junio será, la reducción de los residuos plásticos en el mar, es por ello, que se buscará crear un marco legal que contribuya a minimizarlos.
Este marco internacional que se establecerá según acuerdos planteados en días pasados por los Ministros de Energía y de medio ambiente del G-20, busca lograr que los países miembros solucionen un problema inmediato para el medio ambiente, a través de la adopción de medidas que minimicen la cantidad de residuos plásticos que son lanzados al océano.
Los países comprometidos implementarán el acuerdo con el cual, se busca mantener el aumento global de las temperaturas por debajo de 2 grados Celsius a finales de siglo, con el objeto de minimizar el impacto climático.
La reunión realizada en Karuizawa, Japón a la que asistieron los ministros tuvo como acuerdo definitivo que “la contaminación marina es un asunto que requiere acción urgente dado su impacto negativo en los ecosistemas marinos, su subsistencia (…) y potencialmente la salud humana.” Y es que, según estudios realizados por las Naciones Unidas, anualmente de los 300 millones de toneladas de residuos que se producen, ocho millones de ellos terminan en los océanos, de los cuales la mayoría llega al estómago de los peces, de allí parte de lo apremiante y preocupante de esta situación.
Pese a estas consideraciones las medidas a tomar por cada país deberán ser de manera voluntaria y deberán notificar el avance de las mismas, porque dicho sea de paso los ministros del G-20 no se mostraron alineados en todos los temas como ocurre con el cambio climático. Tal es el caso de Estados Unidos que se ha negado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y por ende se retiró del acuerdo del cambio climático, que fuese firmado en el 2016 en París.
Otros de los temas que se espera tenga relevancia durante el encuentro pautado entre el 28 y 29 de junio en Osaka será la necesidad de reforzar la cooperación internacional que permita garantizar el suministro energético de forma estable. Para el cual los países miembros del grupo Unión Europea, México, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Brasil, Australia, Reino Unido, China, Canadá, India, Francia, Italia, Indonesia, Japón, Rusia, Sudáfrica, Arabia Saudita, Turquía y Corea del Sur, deberán tener una voz activa para poder alcanzar los resultados esperados.
Sobre la cumbre del G-20
El G-20 surgió en 1999 después de la crisis financiera asiática, también conocida como “la primera gran crisis de la globalización”. El 2 de julio de 1997, la moneda tailandesa sufrió una fuerte devaluación, lo cual provoco un efecto dominó en los países de toda la región, amenazando a la economía mundial. Tras este incidente, los países del primer mundo reconocieron que las economías emergentes necesitaban participar en la discusión del sistema financiero internacional.
Hoy en día, este bloque de países representa el 85% del producto interno bruto mundial y más de la mitad de la población en el planeta.
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