Un nuevo sistema de electrolisis ha sido desarrollado por investigadores del centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Tecnología Química (ITQ) y la Universidad Politécnica de Valencia, con el objeto de obtener de forma más eficiente, hidrógeno a presión y, por ende, lograr que la eficiencia energética sea mayor a lo que existe en la actualidad.
El hidrógeno que la electrolisis produce a partir del agua, se convierte en una excelente fuente de almacenamiento de energía renovable, con aplicaciones en los sectores de: producción de químicos y de transporte, según revela el estudio publicado en la revista Nature Materials y forma parte de los proyectos europeos de Horizonte 2020
Si se trata de su uso en el transporte, la ventaja es que producirá una menor huella de CO2, afirma José Manuel Serra Investigador del CSIC, quien resalta además, que este tipo de hidrógeno puede ser usado como base para la producción de productos químicos, basados en la tecnología ECO CO2 donde no se requieren recursos fósiles (gas natural, carbón o petróleo).
Figura 1. Diseño del electrolizador desarrollado por los investigadores
El sistema se basa en el uso de materiales iónicos con alta capacidad electrocatalítica y conducción triple (huecos electrónicos, protones e iones oxigeno) gracias a lo cual se logra nivelar las energías renovables en lo que a su carácter estacional e intermitente, se refiere. Electrodos que permiten disociar el agua a temperaturas en el rango de 450 °C a 600 °C, transformando la electricidad en hidrógeno a presión, el cual es utilizado para el almacenamiento de energía de forma segura y económica.
Esta investigación permitirá, además, que la transición energética esté más cerca de reducir el impacto de carbono, facilitando el uso y control de la electricidad renovable por medio del almacenamiento eficiente de la energía en forma de hidrógeno, pero además, se espera que los recursos fósiles no sean el principal motor de la industria química.
Te puede interesar: El CSIC estudiará el Salar de Atacama, una de las mayores reservas de litio del planeta
