El gigante australiano de la siderurgia, Bluescope, ha desechado el gas como vía para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas y, en su lugar, se centrará en aumentar el uso de la energía eólica y solar y en soluciones a más largo plazo, como el hidrógeno verde.
Bluescope anunció el lunes que se comprometía a alcanzar un objetivo de emisiones netas cero para sus emisiones de alcance 1 y 2, un objetivo importante para un gran emisor, y que se suma al compromiso asumido la semana pasada por la fundición de aluminio Tomago de cambiar el carbón por las energías renovables para el final de la década.
El compromiso de Bluescope deja aún más aislado al gobierno federal de coalición, que se niega a adoptar un objetivo de cero emisiones para 2050, a pesar de que todos los estados y territorios se han comprometido a hacerlo, y de que un número cada vez mayor de grandes empresas y contaminadores lo han hecho.
El director general de Bluescope, Mark Vassella, dijo que alcanzar el objetivo de cero emisiones no sería fácil, e indicó que la acumulación de reducciones sólo se lograría después de 2030, a medida que surgieran nuevas tecnologías, como el uso de hidrógeno renovable en el proceso de fabricación del acero, y se demostrara su éxito comercial.
Mientras tanto, Bluescope se ha propuesto reducir la intensidad de sus emisiones en lo que parece ser un modesto 1% anual, centrándose en las energías renovables, la eficiencia y el reciclaje.
Pero -en otro golpe más al deseo de la Coalición de una “recuperación impulsada por el gas”– Bluescope también dejó claro que no estaba interesada en soluciones de reducción de emisiones basadas en el gas, porque eran demasiado caras, y dijo que su objetivo de cero neto necesitaría apoyo político.
“El gas no es una opción viable a corto plazo”, dijo Vassella, debido a sus elevados costes.
Bluescope pretende invertir 150 millones de dólares en los próximos cinco años, y hasta 400 millones en los próximos 10 años, para impulsar sus esfuerzos de reducción de emisiones.
Construirá una planta piloto de electrolizadores renovables en sus instalaciones de Port Kembla para producir hidrógeno verde y explorar esa tecnología.
“Hay algunos trabajos interesantes sobre tecnologías de acero verde de vanguardia, como la inyección de hidrógeno (verde) en los altos hornos”, dijo Vassella.
“El objetivo depende de la comercialidad de las tecnologías de vanguardia, de la disponibilidad de las energías renovables y del hidrógeno. El uso de opciones de hidrógeno verde se perfila como una vía interesante. Vemos un gran futuro para el acero en un mundo con bajas emisiones de carbono”.
La empresa afirmó que la consecución del objetivo de cero emisiones en 2050 depende de varios factores, como la comercialidad de las tecnologías emergentes y de vanguardia, la disponibilidad de energías renovables e hidrógeno asequibles y fiables, las materias primas y “una configuración adecuada de las políticas públicas.”
“No se trata de tirar el dinero en ideas especulativas”, dijo Vassella a los analistas en una reunión informativa. “Nos hemos comprometido con algunas personas increíblemente talentosas y capaces… que se centran en las tecnologías del futuro, centradas en las renovables”.
Bluescope ya tiene un acuerdo de compra de energía de 7 años con el parque solar Finley, de 170 MW, en Nueva Gales del Sur, y también ha identificado a las industrias eólica y solar como clientes de sus propios productos de acero.
Noticia tomada de: Renew Economy / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
Te puede interesar:
- El proyecto de energía solar basado en el espacio de Caltech podría proporcionar a la Tierra energía ilimitada
- Un nuevo y extraordinario material convierte el calor residual en energía
- Novedosa batería de hidrógeno puede alimentar un hogar promedio durante dos días