El Ejército de Estados Unidos ha presentado una estrategia climática global que incluye medidas para reducir las emisiones y crear una flota de vehículos eléctricos en los próximos años.
El Ejército afirma que esto le ayudará a enfrentarse a la creciente amenaza global del cambio climático y a mejorar la seguridad de los soldados, que ya están sintiendo los efectos del calentamiento del planeta.
El Departamento de Defensa lleva tiempo reconociendo el peligro del cambio climático y la importancia que supone enfrentarse a él, calificándolo de “multiplicador de amenazas”, que exacerbará muchos de los retos a los que tienen que hacer frente las fuerzas armadas, y reconociéndolo recientemente como una “amenaza existencial” sobre la que el DoD debe actuar. En octubre, el Departamento de Defensa publicó un Análisis de Riesgos Climáticos en el que se detallan estos riesgos.
“En nuestro trabajo nos enfrentamos a todo tipo de amenazas, pero pocas de ellas merecen realmente el calificativo de existenciales. La crisis climática sí… El cambio climático está haciendo que el mundo sea más inseguro y tenemos que actuar”, dijo el Secretario de Defensa Lloyd Austin.
Dicho esto, el ejército estadounidense también es un gran contaminador. Si se compara con otras naciones, el ejército de EE.UU. ocuparía el 47º lugar en cuanto a emisiones globales de carbono, por delante de cientos de países en términos de emisiones totales.
Por tanto, si el Departamento de Defensa quiere hacer frente al cambio climático (que ya le está costando miles de millones), debe abordar su propia contribución al mismo.
El plan actual del ejército de Estados Unidos pretende hacerlo. El objetivo concreto es reducir las emisiones al 50% de los niveles de 2005 para 2032, y bajar a cero emisiones netas para 2050. Para lograrlo, el Ejército tomará varias medidas en todas sus operaciones para hacer frente a los impactos climáticos.
La Estrategia Climática del Ejército esboza muchas facetas del plan, divididas en tres “líneas de esfuerzo”: instalaciones, adquisiciones y logística, y formación.
Además de las mejoras en la eficiencia energética y los sistemas de microrredes en todas las instalaciones del Ejército, éste planea electrificar los vehículos ligeros no tácticos para 2027 y todos los vehículos no tácticos para 2035. También se centrará en reforzar su sistema logístico y de suministro para que sea más resistente al cambio climático, y en entrenar a los soldados “para operar en un mundo alterado por el clima”. La formación y el desarrollo del liderazgo incorporarán temas relacionados con el cambio climático a más tardar en 2028.
Christine Wormuth, Secretaria del Ejército, expreso:
“El momento de abordar el cambio climático es ahora. Los efectos del cambio climático han hecho mella en las cadenas de suministro, han dañado nuestras infraestructuras y han aumentado los riesgos para los soldados y las familias de los militares debido a las catástrofes naturales y a las condiciones meteorológicas extremas”.
“El Ejército debe adaptarse en toda nuestra empresa y perseguir deliberadamente estrategias de mitigación de los gases de efecto invernadero para reducir los riesgos climáticos. Si no tomamos medidas ahora, en nuestras instalaciones, adquisiciones y logística, y formación, nuestras opciones para mitigar estos riesgos se verán más limitadas cada año que pasa”.
El Ejército de Estados Unidos afirma que ya ha comenzado a reducir el uso y los costes de gasolina de su flota no táctica, reduciendo la flota en 18.000 vehículos y añadiendo 3.000 vehículos híbridos sólo en los últimos tres años. Esto ha ahorrado al Ejército 50 millones de dólares, ha reducido el consumo de combustible en 13 millones de galones al año y ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero por kilómetro en un 12%. Tiene previsto instalar 470 estaciones de carga este año, lo que obviamente es sólo un comienzo dado el tamaño de su flota global.
Pero la electrificación no se limitará a los vehículos no tácticos. Para 2035, el Ejército pretende disponer de vehículos tácticos de propulsión híbrida, y para 2050, de vehículos tácticos totalmente eléctricos. Estos vehículos se fabricarán específicamente para el servicio del Ejército, y éste también desarrollará la capacidad de carga necesaria para alimentarlos en el uso táctico.
En cuanto a las medidas actuales que el Ejército está adoptando con su flota táctica, ya se están utilizando kits de electrificación de vehículos tácticos para hibridar algunos vehículos, con importantes beneficios sobre los vehículos convencionales totalmente alimentados por gas. Además de reducir el consumo de combustible, también permiten que la electrónica de los vehículos funcione con el motor apagado, lo que los hace más silenciosos y fríos y, por tanto, más difíciles de oír o de ver a través de la visión infrarroja.
Noticia tomada de: Electrek / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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