La dinámica del mercado petrolero mundial ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con la producción de crudo en Estados Unidos desafiando el control que OPEP+ ejerce sobre los precios del petróleo.
Este fenómeno se debe a varios factores clave que han remodelado la geopolítica y economía del sector energético global.
La alianza OPEP+, que incluye a Arabia Saudí y Rusia, dos de los tres principales países productores de petróleo del mundo, se reunió en Riad (Arabia Saudí) en la 37ª Reunión Ministerial OPEP y no OPEP.
El grupo reafirmó su compromiso con la Declaración de Cooperación (DoC) y prorrogó los niveles de producción de petróleo hasta finales de 2025. Seguirán utilizando fuentes independientes para orientar los niveles de producción de 2026.
Aunque la decisión amplía al próximo año los recortes voluntarios de producción de 2,2 millones de barriles por día (bpd) anunciados el pasado noviembre, suaviza gradualmente algunas reducciones a partir de octubre de 2024.
Esta decisión, encaminada a estabilizar los precios del crudo y equilibrar la demanda del mercado, refleja los esfuerzos de Arabia Saudí por conciliar los diversos intereses de sus miembros.
La alianza seguirá vigilando las condiciones del mercado y ajustando sus estrategias en consecuencia. En particular, los EAU verán incrementado su objetivo de producción en un 10% el año próximo, tras intensas negociaciones.
El Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento (CMCM) se reunirá cada dos meses para supervisar las condiciones del mercado y el cumplimiento, con autoridad para convocar reuniones adicionales en caso necesario.
Se hizo hincapié en la importancia de la plena conformidad con los acuerdos de producción, y la próxima Reunión Ministerial OPEP y no OPEP está prevista para el 1 de diciembre de 2024.
La debilidad de la demanda en China y otras grandes economías, unida a la producción récord de petróleo en Estados Unidos, han contribuido a la caída de los precios del crudo a pesar de los recortes de la OPEP+ y las tensiones en Medio Oriente.
A pesar de que los recortes de la OPEP+ y las tensiones en Medio Oriente redujeron la oferta mundial de crudo en casi un 6%, los precios del petróleo han caído aproximadamente un 10% desde el máximo alcanzado a principios de abril.
El crudo Brent, de referencia mundial, ha caído de 91 dólares en abril a 82 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) bajó de casi 87 a 78 dólares.
Según el Fondo Monetario Internacional, Arabia Saudí necesita el crudo Brent a unos 81 dólares por barril para equilibrar su presupuesto. Pero la OPEP tiene cada vez más dificultades para controlar los precios debido a la continua expansión de la producción de crudo estadounidense.
En un comunicado de prensa de S&P Global Commodity Insights, Bhushan Bahree, Director Ejecutivo de S&P Global Commodity Insights, declaró: «Hace dos años, en estas fechas, la producción de la OPEP+ era 2,2 millones de b/d superior a la actual».
Añadió: «La producción total de crudo fuera de la OPEP+ es ahora 3,1 millones superior, y más de la mitad de ese crecimiento procede sólo de Estados Unidos».
«Dicho de otro modo, la OPEP+ ha tenido que hacer sitio a la creciente producción de otros o enfrentarse a una presión a la baja sobre los precios».
Este escenario presenta desafíos tanto para la OPEP+ como para Estados Unidos. Por un lado, la OPEP+ busca equilibrar la oferta y la demanda para estabilizar los precios del petróleo, enfrentándose a la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del mercado.
Por otro lado, Estados Unidos se encuentra en una posición única, capaz de influir en los precios globales de manera directa a través de su producción creciente, pero también enfrentando la necesidad de gestionar eficientemente sus recursos y minimizar los impactos ambientales asociados con la extracción de petróleo.