No hay duda en que el oro mantiene su excelencia como refugio en momentos de turbulencias, agitaciones en los mercados financieros y tensiones geopolíticas. Pero al mirar la trayectoria de precios, en la cartera de exportaciones chilenas el ascenso del litio ha sido aún más veloz.
De la mano del boom de las tecnologías sobre electromovilidad, el carbonato de litio finalmente superó al oro en el valor de los envíos chilenos, aunque el podio es dominado por el cobre, el hierro y la plata.
De acuerdo con cifras del Banco Central de Chile, si en 2003 las exportaciones FOB de oro llegaban a US$ 302 millones y las de carbonato de litio a US$ 66 millones. Durante los años siguientes, ambas avanzaron pero las posiciones cambiaron: en 2018 los envíos del litio se dispararon a US$ 948 millones, mientras que los de oro llegaron a US$ 737 millones.
“El litio destaca como uno de los metales con mayor crecimiento en su demanda debido a su uso en la fabricación de baterías recargables ion litio, las cuales poseen un rol importante en el desarrollo de energías limpias y han adquirido cada vez más fuerza a nivel mundial”, dice a PULSO el vicepresidente ejecutivo (s) de Cochilco, Manuel José Fernández.
“Por una parte el precio ha aumentado desde aproximadamente US$ 1.500 por tonelada en 2003 a un rango que fluctúa entre US$ 15.000 y US$ 20.000 por tonelada entre los años 2017 y 2018, lo que implica un crecimiento entre 900% y 1.200%, respectivamente. En tanto, solo entre los años 2007 y 2017 la producción de carbonato de litio ha crecido aproximadamente un 45%”, agrega Fernández.
El carbonato de litio de utiliza en las industrias electrónica, cerámica y vidrios, entre otras, según describe SQM, pero debido a su elevado potencial electroquímico y a que es el elemento sólido más liviano, su principal uso es como material de cátodos en las baterías de ion litio, que han tenido una creciente demanda en el último tiempo por el aumento en el mercado de vehículos eléctricos, pero también en PC, teléfonos móviles y cámaras portátiles.
SQM es el mayor productor mundial de litio y produce carbonato en su planta Salar del Carmen cerca de Antofagasta, a partir de soluciones con altas concentraciones de litio provenientes el Salar de Atacama.
Fernández dice que las estimaciones de Cochilco proyectan una producción chilena de litio de aproximadamente 130.000 toneladas para este año, aunque se estima que el precio del carbonato de litio registre una disminución moderada el 2019, a menos que se mantenga el acelerado ritmo de construcción de nuevos proyectos, lo que podría acelerar esa reducción de precios.
Por su parte, las expectativas económicas más débiles para 2019 y 2020 elevan la probabilidad de que la cotización del oro siga lenta.
De todos modos “para los próximos meses las exportaciones de carbonato de litio mantendrían un papel predominante con respecto a las exportaciones de oro”, dice el directivo de Cochilco.