El apoyo normativo y político está impulsando la adopción generalizada de energía renovable en América Latina, según un análisis reciente de S&P Global Ratings.
El estudio del 8 de marzo encontró que el marco regulatorio de Brasil para el sector eléctrico es “muy favorable al crédito” y que, dada la creciente demanda de electricidad del país, el gobierno continuará fomentando el desarrollo de energía renovable como una mayor parte de la combinación energética.
Brasil, dice el estudio, está particularmente interesado en desarrollar su sector de energía solar y eólica.
El gobierno ha establecido el objetivo de que una quinta parte de la energía de Chile provenga de fuentes renovables para 2025, y está promoviendo una hoja de ruta energética que eventualmente podría llevar a la adopción de un objetivo de combinación de energía renovable del 70 por ciento para 2050.
Otro país latinoamericano que avanza hacia un futuro rico en energía renovable es Colombia, que recientemente adjudicó contratos para 1.4 GW de proyectos eólicos y solares que se desarrollarán para 2022.
El objetivo del gobierno es diversificar el suministro de energía del país agregando 1.5 GW de energía renovable a su matriz eléctrica.
S&P Global Ratings dijo que, en general, el marco regulatorio para los servicios eléctricos en América Latina es predecible y transparente, y las leyes en la mayoría de los países permiten la recuperación oportuna de los costos operativos y el capital de inversión.
La compañía de servicios financieros también descubrió que, a corto y mediano plazo, los reguladores de la región se concentrarán en aumentar la proporción de energía renovable utilizada en sus respectivos países, mejorar sus sistemas de transmisión y conectividad a nuevas áreas industriales y urbanas, y utilizando inversiones adicionales y esfuerzos de digitalización para mejorar la eficiencia.
Sin embargo, el análisis no fue del todo optimista.
A pesar de los avances logrados por el nuevo gobierno en Argentina, los analistas de S&P Global creen que la nación aún tiene un largo camino por recorrer antes de que sus regulaciones alcancen las de los países vecinos.
Para que Argentina tenga un sector de electricidad próspero que atraiga la inversión privada, según el informe, el gobierno tendrá que actualizar completamente las regulaciones para establecer ajustes de tasa predecibles y permitir relaciones sin impedimentos entre los participantes del mercado para mejorar los niveles de servicio y aumentar los gastos de capital.
Asimismo, el marco regulatorio de México ha mejorado lentamente, aunque ha habido un aumento en la transparencia en el establecimiento de la tarifa de electricidad y la participación de las inversiones privadas en el sector de la generación.
Sin embargo, todavía hay incertidumbres sustanciales sobre el enfoque del gobierno mexicano respecto del sector eléctrico y sus ambiciones de energía renovable.
En 2012, México adoptó una ley muy ambiciosa sobre energía renovable que exigía aumentar la cantidad de electricidad generada a partir de fuentes de energía limpia, incluida la energía nuclear, al 35 por ciento para 2024 y al 50 por ciento para 2050. Pero actualmente no está claro cuánto avanzará. México ha hecho en ese sentido.
S&P Global Ratings planea un análisis adicional para evaluar la situación.
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