El Aeropuerto Internacional de Carrasco, en Montevideo (Uruguay), La puerta del Sur se convirtió en el primero de América Latina que cuenta con un sistema propio de generación energética.
La transformación del aeropuerto “forma parte de la evolución en el cambio de la matriz energética que tiene Uruguay”, que en su vertiente eléctrica presenta “el 98 % de origen renovable” y “más del 35 % renovable no tradicional”. Expresó la titular del Ministerio de Energía y Minas de Uruguay Ing. Carolina Cosse.
Este año se culmina la primera fase del plan de ahorro energético, que ocupará una hectárea y tendrá una potencia de generación de 0,7 MW que representa cerca de un 10% del total del consumo del aeropuerto.
El objetivo mayor para el aeropuerto en materia de eficiencia energética es ser el primero en Latinoamérica con autoabastecimiento de energías renovables. Para cumplir esta meta se han planteado la instalación de un parque solar de paneles fotovoltaicos con generación entre tres y cuatro megavatios en cuatro hectáreas inmediatas al aeropuerto.
En esta transición hacia lo renovable destacan los siguientes puntos claves:
- La primera etapa del parque solar cuenta con una planta fotovoltaica de 1.540 paneles que aportan una potencia de 0,5 MW ; fue construida por un consorcio integrado por las firmas Smart Green Uruguay y Ciemsa.
- La planta fotovoltaica utiliza un sistema de control automatizado de seguimiento: que significa que los paneles seguirán el movimiento del sol durante el día, por lo que la generación será más eficiente, lo que aumenta en un 30 % la captación de energía en comparación a los tradicionales.
- En su instalación se adoptó tecnología china para los paneles y alemana para el caso de los conversores.
- Las bombas de calor, provenientes de Finlandia, funcionan en base a energía eléctrica provistas por paneles solares y cuentan con tecnología free cooling, que toma el aire del exterior para maximizar el rendimiento de la calefacción.
- El sistema de calderas a gas natural que quedó como respaldo, lo que evita quemar 122.400 m3 al año de este combustible.
Además del ahorro energético (que equivale a lo que consumirían 250 hogares), la inyección de energía «limpia» significa una disminución de 352 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera por año, según datos del segundo Reporte de Sostenibilidad de la compañía
En una segunda fase, que culminará en 2020, se sumará otra hectárea a la planta solar que permitirá incrementar la producción a 2 MW. «Es el máximo óptimo de generación para el aeropuerto, es lo que consume la terminal en su punto mínimo.