Las ciudades son conocidas por su capacidad para ofrecer múltiples servicios y oportunidades de desarrollo para todas las personas, sin embargo, la rápida urbanización también ha derivado en problemas como infraestructuras y servicios tanto inadecuados, como sobresaturados, lo cual además genera mayor contaminación e incluso, riesgos de accidentes. En ese sentido, la energía representa un elemento esencial no sólo para mantener la operación y el funcionamiento de las ciudades, sino también para que estas sean más seguras y sustentables.
De acuerdo con las Naciones Unidas, las ciudades ocupan entre el 60 y 80 por ciento del consumo de energía, más del 60 por ciento de los recursos y emiten alrededor del 75 por ciento de las emisiones de carbono. Además, se estima que para 2030 alrededor de cinco mil millones de personas vivirán en las ciudades, esto será el 60 por ciento de la población mundial. Por ello, el Día Mundial de las Ciudades, que se conmemoró el 31 de octubre, tuvo como tema principal: “Adaptar las ciudades para la residencia climática”, con el objetivo de contribuir al desarrollo urbano sustentable global.
Para lograrlo, un elemento fundamental es el uso eficiente de la energía, que contribuye a una mayor seguridad de los inmuebles y las personas. Afortunadamente, hoy ya es posible digitalizar la infraestructura de distribución eléctrica en edificios e instalaciones diversas, reemplazando los sistemas obsoletos para generar un menor impacto ambiental.
Las innovaciones en aplicaciones y productos energéticos ofrecen beneficios como una mayor rentabilidad, al ahorrar dinero desde la construcción del inmueble como consecuencia de tener subestaciones eléctricas que ocupen menos espacio productivo; así como en el mantenimiento, gracias a sensores térmicos y/o ambientales, algoritmos y una conectividad las 24 horas al día, los siete días de la semana, que logran un mantenimiento más eficiente acorde con las recomendaciones del propio sistema.
Por otro lado, la modernización de los sistemas eléctricos también ofrece una mayor protección contra incendios, lo cual es relevante dado que entre las principales causas de los incendios urbanos se encuentran las instalaciones eléctricas en mal estado que provocan cortos circuitos, de acuerdo con información del Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI).
Actualmente el mercado mexicano ya cuenta con dispositivos de distribución de media tensión conectados a internet que ofrecen visibilidad en tiempo real del estado del equipo eléctrico, a fin de reducir riesgos y aumentar la eficiencia del servicio, como el SM6. Este producto identifica las conexiones eléctricas de baja calidad más rápidamente con monitoreo térmico, así como también incrementa la seguridad recopilando datos sobre el adecuado rendimiento del interruptor.
Por su parte, los transformadores secos de resina, igualmente conectados, han innovado al sustituir los transformadores con aceite y, sobre todo, al brindar visibilidad inmediata del estado de los equipos, así como tener un rendimiento confiable y una vida útil prolongada, como el Trihal. Gracias a sus características, este producto ofrece datos en tiempo real para tomar decisiones eficaces, reducir el tiempo de inactividad y optimizar costos.
“Lograr una mayor eficiencia eléctrica nos permite no sólo ahorrar energía sino también salvaguardar la seguridad de las personas y las infraestructuras, algo vital para la construcción de ciudades más sustentables y resilientes”, comentó Víctor Báez, gerente de oferta de distribución primaria de media tensión de la división de Power Systems para Schneider Electric México.
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