El Gobierno y el sector privado de EEUU están invirtiendo miles de millones en la producción de litio para apoyar el mercado de vehículos eléctricos y reducir la dependencia de China.
EEUU tiene grandes planes para la producción de litio en los próximos años, a medida que aumenta el despliegue del almacenamiento de baterías a gran escala y una mayor aceptación de los vehículos eléctricos.
Para garantizar que Estados Unidos disponga de litio suficiente para apoyar el rápido crecimiento del mercado de baterías y reducir la dependencia de China, el Presidente Biden está apoyando el desarrollo de la industria del litio del país con financiación de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y otras políticas nacionales.
Mientras tanto, el sector privado está invirtiendo fuertemente en litio a medida que el consumo de vehículos eléctricos sigue creciendo año tras año.
En marzo, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DoE) anunció sus planes de prestar a Lithium Americas hasta 2.260 millones de dólares, en el marco del programa de préstamos para la fabricación de vehículos de tecnología avanzada, para la construcción de su proyecto de litio Thacker Pass en Nevada.
El desarrollo comenzó en marzo de 2023 y se espera que la mina comience a funcionar a finales de la década, suministrando litio a General Motors. Se trata de una de las mayores inversiones públicas en la industria del litio hasta la fecha.
El Gobierno considera que el desarrollo de la industria nacional de minerales críticos es clave para lograr una transición ecológica, proporcionando los materiales necesarios para los proyectos de energías renovables a gran escala y el despliegue de los vehículos eléctricos.
Se espera que la producción inicial se sitúe en torno a las 40.000 toneladas métricas anuales de carbonato de litio de calidad para baterías, equivalente a la cantidad necesaria para alimentar unos 800.000 vehículos eléctricos, para aumentar con el tiempo la capacidad hasta las 80.000 toneladas anuales.
Además de la financiación pública, el proyecto cuenta con el apoyo de GM, que ha invertido 650 millones de dólares en su desarrollo.
Jon Evans, Consejero Delegado de Lithium Americas, declaró: «Tenemos una oportunidad increíble de liderar el próximo capítulo de la electrificación mundial».
Lithium Americas tiene previsto extraer litio de un yacimiento de arcilla en su paso de Thacker, un método de extracción que hasta ahora no se ha llevado a cabo a escala comercial.
La extracción de litio de la arcilla requiere que la empresa importe azufre para crear ácido sulfúrico. Por ello, Lithium Americas construirá una terminal ferroviaria a unos 97 km de la mina para transportar los materiales.
En noviembre del año pasado, Exxon Mobil anunció sus planes de iniciar la producción de litio en 2027. Extraerá litio de agua salobre en pozos subterráneos de Arkansas.
La empresa tiene previsto utilizar métodos convencionales de perforación de pozos de petróleo y gas para acceder a los yacimientos, situados a unos 3.000 metros bajo tierra.
A continuación, utilizará la tecnología de extracción directa de litio (DLE) para separar el litio del agua salada. Exxon se asociará con Tetra Technologies para desarrollar su negocio de litio y venderá los suministros bajo la marca Mobil Lithium.
Exxon aspira a suministrar litio a más de un millón de vehículos eléctricos al año, para convertirse en uno de los mayores proveedores estadounidenses de litio a finales de la década.
Esto podría costar a la empresa hasta 2.000 millones de dólares de inversión para suministrar 50.000 toneladas de litio. Dan Ammann, presidente de la unidad de negocio de bajas emisiones de carbono de Exxon, cree que «a largo plazo, el litio es realmente una oportunidad global».
Y explicó: «Empezamos aquí porque hay una necesidad urgente de aumentar la producción nacional de estos materiales críticos».
A pesar de los pasos positivos hacia el desarrollo de una industria estadounidense del litio, no todo está claro, ya que se espera que varios proyectos tarden años en desarrollarse, mientras que, al mismo tiempo, los ecologistas y los grupos indígenas de todo el país se muestran críticos con los planes de nuevas actividades mineras.
Albemarle, uno de los principales productores de litio, anunció su intención de reabrir la mina de litio Kings Mountain, en Carolina del Norte, a finales de 2026, para contribuir a aumentar el suministro nacional de este mineral crítico. Sin embargo, se enfrenta a retrasos debido a la caída de los precios del litio, en torno a un 40% en el último año.
La empresa espera producir litio suficiente para apoyar la fabricación de hasta 1,2 millones de vehículos eléctricos al año. Albemarle tiene previsto seguir adelante con el proceso de obtención de permisos, que podría durar hasta dos años, y se espera que la construcción le siga a continuación. Sin embargo, la empresa cree que los precios del litio deben situarse en un mínimo de 20 dólares por kilo para justificar nuevas inversiones.
No obstante, se espera que la demanda de litio aumente a medida que se incremente la demanda de almacenamiento en baterías a escala de servicios públicos y siga creciendo la adopción de vehículos eléctricos.
Además de la debilidad de los precios del litio en el último año, muchos proyectos mineros se han retrasado debido a la oposición de ecologistas y grupos indígenas que se oponen a nuevos proyectos mineros.
Aunque la extracción de litio es clave para una transición ecológica, es preciso establecer la normativa y la supervisión adecuadas para garantizar que las empresas mineras no causen daños innecesarios al medio ambiente a medida que abandonamos los combustibles fósiles en favor de fuentes de energía alternativas «menos dañinas».