Estados Unidos puede aumentar los envíos de gas natural licuado (GNL) a Europa, que sustituirán a las decrecientes importaciones de gas procedentes de Rusia, sin necesidad de construir nuevas plantas, según un análisis del Institute for Energy Economics and Financial Analysis.
La Casa Blanca y los líderes europeos anunciaron a finales de marzo planes para aumentar los envíos de gas estadounidense a Europa en al menos 15.000 millones de metros cúbicos este año. Aunque la industria de los combustibles fósiles aduce la crisis energética europea como razón para construir más instalaciones de GNL, el análisis del IEEFA concluyó que la industria estadounidense del GNL está en camino de superar con creces su objetivo, sin necesidad de construir ninguna nueva planta de GNL.
“Hemos visto un enorme auge en los envíos de GNL estadounidense a Europa en el primer trimestre de este año”, dijo Clark Williams-Derry, analista de finanzas energéticas de IEEFA y autor del informe. “Una combinación de aumento de la producción de las plantas estadounidenses y de contratos flexibles ha permitido que fluya mucho más GNL estadounidense hacia Europa”.
El apetito de Europa por el GNL se ha visto impulsado por su deseo de reducir la dependencia del continente del gas ruso tras su invasión de Ucrania.
Los líderes europeos esperan sustituir el suministro ruso que proporciona más del 40 por ciento de sus importaciones de gas natural mediante la reducción de la demanda y, a corto plazo, mediante el aumento de las compras de GNL.
Sin embargo, el aumento de la demanda de GNL por parte de Europa ha contribuido a elevar los precios mundiales del GNL a su nivel más alto de la historia, con Europa pujando contra el resto del mundo por un suministro limitado de GNL. Los elevados precios, la escasez de suministros y las cancelaciones de cargamentos han enfriado la demanda de este combustible en Asia, y pueden animar a las economías emergentes a replantearse sus planes de importación de GNL.
El aumento de las exportaciones de GNL también ha disparado los precios del gas natural en Estados Unidos. La construcción de nuevas plantas para abastecer a Europa podría agravar el problema y dificultar el cumplimiento de los objetivos climáticos a largo plazo del continente.
“Nuestras conclusiones sugieren que la construcción de nuevas infraestructuras de GNL en EE.UU. podría ser un error financiero a largo plazo”, dijo Williams-Derry. “Estados Unidos está en camino de cumplir los objetivos europeos de suministro de GNL utilizando las plantas que tiene, y las nuevas plantas podrían enfrentarse a los desafíos a largo plazo de la voluble demanda asiática y los compromisos climáticos de Europa”.
Noticia tomada de: IEEFA / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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