Estados Unidos debe acelerar la concesión de permisos para proyectos si quiere cumplir el objetivo de la administración Biden para 2030 en materia de energía eólica marina, así lo afirma la importante empresa Orsted.
La administración estadounidense tiene el objetivo de desplegar 30 gigavatios de energía eólica marina para 2030, lo que, según ellos, bastaría para abastecer de energía a 10 millones de hogares y reducir 78 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año.
Esta capacidad es casi la cantidad que ya existe en la industria europea, que tiene dos décadas de antigüedad. Sin embargo, planificar y construir nuevos proyectos puede llevar hasta 10 años.
Europa cuenta con más de 20 GW de capacidad y tiene previsto multiplicar por más de diez esa capacidad de aquí a 2050.
Estados Unidos, con sólo dos pequeñas instalaciones de energía eólica marina, la de Block Island, de 30 megavatios, frente a Rhode Island, y un proyecto piloto de dos turbinas frente a la costa de Virginia, se ha quedado rezagado respecto a los países europeos en el desarrollo de esta tecnología de energía renovable.
Muchas de las empresas que desarrollan proyectos en Estados Unidos son europeas, como la noruega Equinor, la danesa Orsted y una empresa conjunta entre Avangrid, la rama estadounidense de Iberdrola, y la danesa Copenhagen Infrastructure Partners.
La administración Biden también intentará acelerar los permisos de los proyectos, incluidas las revisiones medioambientales, y proporcionar US$ 3.000 millones de financiación pública para proyectos de energía eólica marina a través del Departamento de Energía.
“Tener 30 GW instalados para 2030 significará que hay que acelerar los procesos de obtención de permisos”, dijo a Reuters el director comercial y consejero delegado adjunto de Orsted, Martin Neubert.
Neubert habló un día después de que los reguladores de Nueva Jersey anunciaran que la danesa Orsted y un consorcio de Royal Dutch Shell y EDF se habían adjudicado dos licitaciones de parques eólicos marinos en el estado del noreste, las mayores adjudicaciones de este tipo en la historia de Estados Unidos.
“No hay duda de que toda la industria eólica marina de Estados Unidos ha estado sufriendo la moratoria de permisos que hemos experimentado en los últimos años”, dijo Neubert y dio la bienvenida a los esfuerzos de la administración Biden para enmendar la situación.
Orsted ve acciones reales en Estados Unidos en pro de la creación de un impulso para avanzar en el lado de los permisos federales.
Para alcanzar el ambicioso objetivo, Neubert señaló que también se necesitan cantidades significativas de nuevos arrendamientos de fondos marinos y una ampliación masiva de la red.
La apuesta de Biden por la energía eólica se produce después de que su predecesor, Donald Trump, pusiera en duda el sector al cancelar la solicitud de permiso del primer parque eólico marino a escala comercial durante su mandato.
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