El gobierno de Biden está presionando a los legisladores para que apoyen un plan de 4.300 millones de dólares para comprar uranio enriquecido directamente a los productores nacionales, con el fin de que Estados Unidos deje de importar este combustible para reactores nucleares, según una persona familiarizada con el asunto. Las acciones de las empresas de uranio subieron.
Funcionarios del Departamento de Energía se han reunido con personal clave del Congreso, donde dijeron que esa financiación es urgente, dijo la persona, que no estaba autorizada a discutir públicamente la información. Los funcionarios de energía expusieron el argumento de que cualquier interrupción en el suministro de uranio ruso enriquecido podría causar interrupciones operativas en los reactores nucleares comerciales, dijo la persona.
Los participantes de la industria de la energía nuclear de EE.UU. también han sido informados sobre la propuesta, dijo una segunda persona familiarizada con los detalles. El plan requiere la aprobación del Congreso.
El objetivo de la propuesta es estimular el desarrollo de un mayor enriquecimiento nacional y otros pasos necesarios para convertir el uranio en combustible para reactores, dijo la persona. Se crearía un comprador gubernamental que adquiriría directamente el uranio enriquecido, incluido el tipo utilizado en una nueva clase de reactores avanzados que se está desarrollando actualmente.
Sin embargo, no será fácil para Estados Unidos poner en marcha la industria nacional del uranio. El país sólo cuenta con una instalación comercial de enriquecimiento, una planta de Nuevo México propiedad de Urenco Ltd., un consorcio británico-alemán-holandés.
Las acciones del uranio suben
El Global X Uranium ETF, un fondo cotizado en bolsa centrado en el sector, se disparó hasta un 7,4%, alcanzando su precio intradía más alto en un mes, tras conocerse la noticia. Las acciones de las empresas mineras de uranio, como Cameco Corp. y Energy Fuels Inc. se dispararon junto con el proveedor de combustible nuclear Centrus Energy Corp.
Las conversaciones se producen en un momento en que la administración de Biden contempla la posibilidad de imponer sanciones a las importaciones de uranio enriquecido procedentes de Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania por parte del Kremlin, al tiempo que considera la posibilidad de que Rusia también decida detener las importaciones.
Rusia representó el 16,5% del uranio importado por EE.UU. en 2020 y el 23% del uranio enriquecido necesario para alimentar los reactores nucleares comerciales estadounidenses.
El Departamento de Energía no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. La Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ha calificado la dependencia de EE.UU. de las importaciones rusas como una “vulnerabilidad” para la seguridad nacional y económica, al tiempo que ha llamado la atención sobre el hecho de que la capacidad de enriquecimiento de EE.UU. ha disminuido en parte debido a la competencia de fuentes subvencionadas por el Estado.
La propuesta encaja con la legislación presentada a principios de este año por el senador Joe Manchin, demócrata de Virginia Occidental, que es un voto decisivo, y el senador Jim Risch, republicano de Idaho, que autorizaría miles de millones de dólares de financiación para aumentar la capacidad de enriquecimiento de uranio del país. Otros congresistas que apoyan la ampliación de las capacidades de enriquecimiento de EE.UU. son el senador John Barrasso, republicano de Wyoming, que es el principal miembro del GOP en el Comité de Energía y Recursos Naturales.
Entre las empresas que podrían beneficiarse de este plan se encuentran Centrus Energy, la empresa con sede en Bethesda (Maryland) que está construyendo una instalación de enriquecimiento en Ohio, y ConverDyn, una empresa conjunta de Honeywell International Inc. y General Atomics que presta servicios de conversión de uranio.
Noticia tomada de: Bloomberg / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
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