El desplome de los precios del petróleo de marzo de 2020 y la pandemia COVID-19 ha golpeado duramente al sector energético mundial. En respuesta, las compañías petroleras están reduciendo el gasto de capital, los costos y cerrando operaciones que no son económicamente rentables.
Los objetivos clave son preservar el flujo de caja, apuntalar los balances, proteger los pagos de dividendos y mantener la confianza de los inversores en el duro entorno operativo actual. Esto, sin embargo, puede no ser suficiente.
La petrolera nacional colombiana Ecopetrol ha estado luchando durante casi una década contra los altos gastos operativos, los sobrecostos, la disminución de la producción de petróleo y las bajas reservas probadas de petróleo. Por lo que era previsible que incluso después de recortar miles de millones de dólares del gasto planificado para 2020 y reducir severamente los costos, Ecopetrol todavía reportara una gran pérdida para el semestre.
La prolongada caída de los precios del petróleo, que comenzó a finales de 2014, ha impactado profundamente a Colombia, que fue una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina.
El PIB ha estado en una espiral descendente, llegando al 1.4% para 2017, el peor desempeño desde la crisis financiera mundial de 2009. El FMI cree que la economía del país andino se contraerá en casi un 8% durante 2020, potencialmente su peor desempeño registrado.
Colombia es particularmente vulnerable porque su economía depende en gran medida del petróleo. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el crudo, así como los productos refinados del petróleo, representan por valor el 40% de las exportaciones colombianas.
Esto convierte a esos productos en una fuente clave de ingresos públicos. La fuerte caída de los precios del petróleo desde finales de 2014 ha pesado mucho en los ingresos del gobierno, lo que ha llevado a déficits presupuestarios cada vez mayores. Cuando el precio del Brent se desplomó a menos de US$ 30 por barril en 2016, el déficit presupuestario de Colombia cayó al 4% del PIB, el peor en más de una década, a pesar de los drásticos recortes del gasto.
Los dividendos de Ecopetrol, una fuente de ingresos para el Estado colombiano
En 2018, Ecopetrol pagó US$2,600 millones en ganancias al gobierno central, lo que lo convierte en una fuente clave de ingresos. Para 2019, el empeoramiento del clima económico, impulsado principalmente por la actual caída de los precios del petróleo, llevó al gobierno a anunciar que pediría a Ecopetrol un dividendo especial de US$ 948 millonespara cumplir con los objetivos fiscales.
La situación fiscal de la nación ha empeorado sensiblemente desde finales de 2019 debido a la última caída del precio del petróleo y el creciente desplome a consecuencia de la pandemia COVID-19 que obligó a un cierre nacional.
Esto aumentó la importancia de Ecopetrol como fuente de ingresos fiscales, lo que eleva el riesgo de que el gobierno central busque más dividendos extraordinarios a medida que la crisis económica se agudice.
La magnitud de la crisis económica que enfrenta la cuarta economía más grande de América Latina se ve subrayada por la predicción del FMI respecto a la contracción de hasta 7.8% en el PIB de 2020y la decisión del gobierno de suspender sus límites de déficit fiscal después de pronosticar un déficit presupuestario del 6.1% del PIB.
Las medidas tomadas por Ecopetrol y sus resultados
Los precios del petróleo, marcadamente más débiles, junto con las perspectivas económicas deprimidas, obligaron a la petrolera colombiana a reducir en 2 oportunidades el gasto previsto para 2020, la última vez, lo hizo en US$ 2,500 millones, lo que impactó bruscamente en la producción de petróleo y evidentemente en los ingresos.
Como resultado, Ecopetrol pronosticó una reducción anual del 8% en la producción de petróleo de 2020, a alrededor de 664,000 barriles por día y que la producción de petróleo del segundo trimestre se contraería a entre 660,000 y 680,000 barriles.
La reducción de producción en combinación con precios del petróleo marcadamente más débiles, llevó a los analistas a predecir que Ecopetrol reportaría pérdidas en el 2T-2020.
Sin embargo, en un giro sorpresa de los acontecimientos, Ecopetrol desafió las expectativas del mercado para reportar ganancias de casi US$7 mil millones. La producción trimestral de petróleo de la compañía,que llegó a 677,000 barriles, se ubicó en la parte superior de su guía revisada de mayo de 2020.
La capacidad de Ecopetrol para regular significativamente los gastos generales de operación, fue responsable de las ganancias sorpresa. La compañía redujo los costos anualizados de liftingen yacimientos del primer semestre en un 20% a US$ 7.10 por barril y los gastos de transporte cayeron 9% para llegar a US$ 3 el barril.
Los ajustes llevaron a Ecopetrol a reportar un primer semestre de 2020 con un precio de equilibrio en efectivo de US$19.90 por barril, lo que significa casi 2.5 veces menos que un año antes. Esto confirma que Ecopetrol es rentable incluso a US$ 30 por barril de crudo Brent, con el precio de referencia internacional promediando US$29.70 para el 2T-2020.
Estas cifras explican por qué la oferta de bonos de US$ 2,000 millones de Ecopetrol realizada en abril de 2020 fue sobresuscripta y clasificada como “grado de inversión” por las agencias internacionales de calificación crediticia.
Este es un resultado importante para Colombia, para su sector de hidrocarburos y para el gobierno central. La continua rentabilidad de Ecopetrol en circunstancias tan duras actuará como baluarte contra la debilidad fiscal de la nación.
Este desempeño es señal de garantía que los recursos petroleros de Colombia sean explotados de manera rentable a pesar de los precios significativamente más débiles y las malas perspectivas económicas.
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