El gobierno de Brasil destituyó al presidente ejecutivo de Petrobras, Jean Paul Prates, y lo reemplazó por la ex jefa del regulador estatal de petróleo y gas, Magda Chambriard.
La destitución se produce tras una reciente disputa entre Petrobras y sus accionistas sobre el pago de dividendos, que ha aumentado la preocupación sobre la influencia del Gobierno en la toma de decisiones de la empresa, que cotiza en bolsa.
El cambio también ocurre un día después de que Petrobras informara de un descenso del 38% en los beneficios netos del primer trimestre del año, gracias a unos ingresos un 15% inferiores.
A finales del año pasado el CEO saliente, Prates, informó a los accionistas que los pagos de dividendos se mantendrían bajos durante un tiempo mientras Petrobras intentaba expandirse en direcciones de bajas emisiones de carbono.
«En nuestra opinión, la salida de Prates es un deterioro de la gobernanza de Petrobras y un riesgo a la baja para la tesis de inversión», dijeron los analistas de Citi en una nota citada en el informe de Reuters.
Prates, abogado y economista, fue nombrado en enero pasado por el consejo de administración de Petrobras, poco después de que el izquierdista Lula jurara su cargo para un tercer mandato. Anteriormente ocupó el cargo entre 2003 y 2011.
Al proponerlo para el cargo, Lula describió a Prates como un especialista en el sector energético con 30 años de experiencia en los sectores del petróleo, el gas natural, los biocombustibles y las energías renovables.
El nuevo CEO llega con la presión de cumplir el plan de inversiones y acelerar la expansión del capex, lo que puede impactar negativamente en el pago de dividendos de la compañía.
Las expectativas de la nueva dirigente son que daría prioridad al deseo del Gobierno de reducir los precios de los combustibles, aumentar el gasto de capital y reducir sistemáticamente los dividendos.
Petrobras ya ha previsto un aumento sustancial de su gasto de capital para el próximo periodo de planificación quinquenal, con un total de 102.000 millones de dólares.
Se trata de un aumento del 31% respecto al anterior periodo quinquenal de inversiones, y su objetivo es aumentar la producción de petróleo y gas a unos 3,2 millones de barriles diarios equivalentes de petróleo. La cifra actual es de 2,8 millones de barriles diarios.
Al mismo tiempo, el anterior CEO, Prates, tenía un plan para reducir la cuota del petróleo y el gas en el negocio de la empresa al 50% de los ingresos, y que el otro 50% procediera de la energía eólica, la solar y los biocombustibles en apenas una década.