La desdolarización en Rusia parece seguir un solo camino, el de la “yuanización” de su economía, y es que aumento del perfil del yuan en los acuerdos comerciales bilaterales se ha convertido en un amortiguador contra las sanciones financieras a las que se enfrenta Rusia.
El 12 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que, dadas las crecientes sanciones económicas, la plena “desdolarización” de la economía rusa es sólo cuestión de tiempo.
La observación de Putin fue precedida por una declaración del viceministro de Finanzas ruso, Alexey Moiseev, quien argumentó que “Rusia ya no necesita el dólar estadounidense como moneda de reserva”. En su lugar, Rusia debe acumular fondos en monedas de los llamados “países amigos”, como el yuan chino, que está desempeñando un papel clave en este sentido.
Para Rusia, la idea de abandonar el dólar estadounidense como moneda de reserva no es en absoluto nueva: Se planteó por primera vez en la década de 1990. En 2018, Moscú había diseñado un “plan de desdolarización” de su economía. Antes del estallido de la guerra de Rusia contra Ucrania, el 24 de febrero, Dmitry Medvedev declaró que, si las operaciones del Kremlin con dólares estadounidenses se restringían, Moscú podría cambiar totalmente al yuan y al euro en su lugar.
Sin embargo, tras el ataque de Rusia a Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y otras grandes economías han prohibido a Moscú el uso de sus monedas nacionales. Como resultado, aparte de la lira turca, el dírham de los Emiratos Árabes Unidos y la rupia india, Rusia se ha visto reducida al uso del yuan como moneda de reserva alternativa al dólar estadounidense y al euro.
La creciente popularidad del yuan en Rusia alcanzó un cénit intermedio en agosto de 2022, cuando las ventas de la moneda china se dispararon. Es importante destacar que los gigantes empresariales, como Rosneft, Rusal, Polus y Metalloinvest, aumentaron drásticamente sus inversiones en bonos en yuanes.
Tiene sentido que Rosneft y otras empresas productoras de recursos refuercen la cooperación con china aumentando el uso del yuan en sus operaciones, sin embargo, esta dependencia tiene importantes implicaciones para la economía rusa.
Los riesgos de Rusia de asumir el yuan como reserva
Aunque muchos expertos y funcionarios rusos aplauden la decisión de aumentar el uso del yuan en las operaciones financieras, otros expertos y funcionarios comparten serias dudas y preocupaciones. Por ejemplo, durante el Foro Financiero de Moscú, el ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, y Maxim Oreshkin, actual asesor económico de Putin, discreparon sobre el papel del yuan como moneda de reserva.
Mientras que el primero afirmó que las monedas de “países amigos” extranjeros deberían convertirse en un factor clave en la diversificación de activos, el segundo discrepó, argumentando que todas las reservas monetarias deben permanecer en la moneda nacional de Rusia.
Curiosamente, incluso uno de los principales defensores de la “desdolarización” de Rusia, Andrey Kostin, presidente del consejo de administración del banco VTB, en su intervención en el Foro Económico del Este en Vladivostok, argumentó que, si bien hay muchos aspectos positivos relacionados con el uso del yuan, otros aspectos negativos revelan los riesgos de una dependencia excesiva de la moneda nacional china, estipulada por “características distintivas de la legislación financiera china”.
Por su parte, el conocido economista ruso Stanislav Mitrakhovych indicó tres riesgos principales a los que podría enfrentarse Rusia al aumentar su dependencia del yuan.
En primer lugar, la Federación Rusa no dispone de las habilidades e infraestructuras necesarias para trabajar con la moneda china. Aunque es manejable a largo plazo, por ahora, el sistema financiero ruso carece de los instrumentos y en gran medida no está preparado para los desafíos de depender más del yuan.
En segundo lugar, un alto nivel de regulaciones no relacionadas con el mercado hará que el proceso sea increíblemente difícil. A diferencia de la experiencia previa de Rusia en el trato con monedas extranjeras -tanto el dólar estadounidense como el euro son monedas de economías de libre mercado-, el precio del yuan está regulado por el Estado chino. Así, cuando lo necesite, Pekín puede manipular fácilmente el precio del yuan (por ejemplo, para crear condiciones favorables para el comercio exterior). Esto podría dejar a Rusia a merced de los intereses chinos.
En tercer lugar, a pesar del creciente poderío comercial y económico de China, el yuan aún no se ha convertido en una moneda totalmente independiente, y sigue estando ligado a otras divisas líderes en el mundo. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que, al menos a corto plazo, el yuan seguirá estando muy cerca del dólar estadounidense, lo que significa que la moneda nacional china podría convertirse en una excelente herramienta de inversión para el futuro.
Sin embargo, “apostar únicamente por el yuan podría ser una inversión arriesgada”.
Otros economistas rusos también han llamado la atención sobre el hecho de que las operaciones con el yuan podrían plantear múltiples riesgos. Por ejemplo, incluso medios de información rusos ultraconservadores han afirmado que el Banco Popular de China (PBC) podría devaluar fácilmente la moneda nacional china, lo que podría suponer graves problemas para los socios de Pekín que invierten en el yuan.
A pesar de su decreciente volatilidad, el yuan sigue siendo una herramienta de inversión algo complicada, cuyo tipo de cambio depende casi por completo de las políticas del BPC.
Curiosamente, ahora, sólo después de que a Rusia se le prohibieran las operaciones con el dólar estadounidense y el euro, los economistas rusos están empezando a darse cuenta de que es mucho más seguro y beneficioso trabajar con monedas de reserva transparentes.
En realidad, algunos de los retos que temían los economistas y expertos en finanzas rusos respecto a la creciente implicación de Rusia con el yuan se están haciendo realidad. La parte rusa se ha visto obligada a admitir que la petición de Moscú a China para reforzar su asociación en el ámbito de la cooperación financiera no ha sido apoyada firmemente por Pekín.
En efecto, las autoridades chinas no están dispuestas a cambiar la normativa nacional para permitir a sus inversores operar con bonos emitidos por Rusia. En cambio, China se siente más cómoda con los extranjeros que invierten en sus llamados “bonos panda”, que se venden sólo en el mercado interno chino. Además, los expertos rusos temen que, con el 17% de las reservas de divisas en yuanes, el Kremlin no pueda sacar dinero rápidamente cuando lo necesite, quedando así atrapado por China.
Inscríbase gratuitamente a nuestro boletín semanal aquí.
No dude en ponerse en contacto con nosotros para darnos sugerencias y noticias. Es suficiente con enviar un mensaje a: contacto@worldenergytrade.com / +1 786-448-7655 para hacérnoslo saber.
Te puede interesar:
- Los altos precios del carbón podrían impulsar la transición energética de Indonesia
- Los ingresos por petróleo de Irán se disparan un 580% por la subida de los precios del crudo
- Guyana entra en las grandes ligas con ingresos por petróleo y gas que superan los $1.000 millones en 2022