El negocio detrás de la energía pudo verse afectado por mentes brillantes que trataron de cambiar al mundo. La avaricia de los poderosos en el siglo XIX provocó que la explotación de la energía esté en crisis. Amenazas, traiciones y atentados impidieron que proyectos en pos de un mundo mejor salgan a la luz. ¿Estaremos a tiempo de revertir este rumbo?
En el conflicto de la energía siempre hubo dos bandos: los que han querido impulsar su desarrollo y los que han visto en ella un negocio. Nikola Tesla, pensaba que era posible obtener una fuente de energía inagotable, pero cuando su futuro parecía prometedor, sus verdaderos problemas aparecieron.
Nikola Tesla, imaginó un mundo donde la energía fuese un recurso infinito, algo con lo que se empezaría a soñar muchos años después. Para él, la energía se podía obtener de las tormentas, de las corrientes de agua, del sol e incluso de los rayos cósmicos. Esa energía podría ser transmitida de manera inalámbrica a cualquier aparato receptor, vehículos, casas y electrodomésticos, se alimentarían sin la necesidad de baterías, cables o combustible alguno.
Tesla entendió la energía como un elemento a nuestro alrededor que se podía transmitir y recibir a través del espacio, prescindiendo inclusive de conductores como el cobre, su sueño era poder aprovechar una energía libre sin barreras e inagotable.
Sector energético: proyectos que han tenido obstáculos
Los teléfonos celulares que se usan hoy día, tal vez, hubieran aparecido décadas antes, al igual que las primeras computadoras si Tesla hubiera culminado el proyecto que denominó La Torre Wardenclyffe, el cual sería capaz de transferir electricidad mediante ondas electromagnéticas.
Hoy en día en China, una tecnología conocida como LI-FI ha hecho posible la transmisión de datos de Internet a distancia, a través de la luz. Con esa tecnología no son preciso los cables, solo con una bombilla de luz, es posible obtener Internet. Si la Torre Wardenclyffe hubiera culminado en aquella época, el legado de Tesla nos hubera tenido conectados desde entonces.
En Latinoamérica hay casos similares al de Tesla, veamos en que se basan:
Brasil – El motor de Keppe
El psicoanalista brasileño Roberto Keppe cree, al igual que Tesla, que la energía es algo que nos rodea, que el vacío está repleto de ella. “Física desinvertida de Keppe: la energía no proviene de la materia como lo postula la física materialista. Es todo lo contrario: la materia proviene de la energía existente en el espacio”.
La teoría de Keppe es capaz de revolucionar todo, desde los tratamientos en el campo de la salud hasta el uso de electricidad y, en consecuencia, la vida en el planeta. Bajo esta teoría, dos ingenieros, César Soos y Roberto Frascani, idearon un motor muy versátil que utiliza la energía que se encuentra en el aire y la materia para su funcionamiento. El resultado es que puede sustituir cualquier tipo de motor, pero con una eficiencia superior. El motor Keppe, va a economizar el 70 a 90 % de la energía que precisa Brasil.
Pero ¿qué es lo que detiene o evita que esta tecnología avance? Hay muchos intereses involucrados. Parece que las dificultades que encuentran estos investigadores, siempre son las mismas; su descubrimiento es visto más como amenaza que como avance.
México – cambio total del panorama energético
Arturo Solís, un médico mexicano ha logrado crear en base a una molécula humana, una batería que puede durar un siglo sin necesidad de carga. La batería genera electricidad en base a la melanina, una molécula que existe en la piel, el cabello y el recubrimiento de la retina humana. La mezcla de agua y melanina trae como resultado una sustancia capaz de separar el oxígeno del hidrógeno, con lo que se libera un cúmulo de energía.
El proceso se vuelve continuo, debido a que la misma molécula se junta a ambos elementos nuevamente para convertirlos en agua y de esta manera se libera una nueva carga de energía. Una vez que se alcanza el proceso, puede durar unos 100 años. Todas las fuentes de energía son útiles, pero esta por primera vez en la historia de la humanidad, será posible iluminar al planeta sin calentarlo. Esto cambia totalmente el panorama.
¿Por qué entonces no se han llevado a cabo más investigaciones en este campo? ¿Qué pasa en la actualidad y qué se puede hacer de cara al futuro? Al igual que estos investigadores latinoamericanos, Tesla creía que la meta debía ser el bienestar humano.
Conclusión – Crisis energética
Mientras la crisis climática crece, intereses detrás de la energía usan sus recursos para mantener su dominio. ¿Cuál es el camino para salir de esta encrucijada? ¿Quiénes son los nuevos investigadores y qué están haciendo para cambiar al mundo?
Afortunadamente, existen investigadores en busca de la clave para encontrar la energía del futuro. Quizás el mundo está enfrente de ella, pero enfatizado en otras tecnologías que ciertamente funcionan, pero con sus desventajas. No se debe despreciar la capacidad de las personas para lograr cambios. El rol del ciudadano es fundamental, es preciso entender que el ser humano tiene el poder, la clave es innovar.
¿Se encontrará algún día la fuente de energía que reemplace el petróleo? ¿Qué suerte correrán quienes dedican su vida a estudiar teorías que van en contra de los intereses más poderosos? Crecen las dudas, pero lamentablemente, el tiempo se acaba.
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