A medida que la crisis del cambio climático empeora, más políticos están empezando a subrayar la importancia de la transición energética. Sin embargo, más energía limpia significa más paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías a gran escala. Pero también una mayor demanda de los materiales que hacen posible esas tecnologías.
En algunos casos, como el silicio para paneles solares, es poco probable que una mayor demanda sea un problema. El silicio es abundante y se tiene la infraestructura para hacer el material, según Marco Raugei, un experto en sostenibilidad de la nueva tecnología en la Universidad de Oxford Brookes. Pero nuestras cadenas de suministro para otros materiales, como el neodimio para aerogeneradores, el litio para baterías y el cobre para prácticamente todo, deben cambiar.
Si bien, la demanda de materiales, por lo general, significa más minería y con ello, un mayor impacto ambiental, los expertos coinciden en que los beneficios de la energía renovable superan con creces los costos. Es cierto que la compensación será beneficiosa, pero vale la pena pensar acerca de dónde provendrán los materiales para la revolución de las energías renovables y cómo cambiará el mundo cuando aumente la demanda. Pero ¿cuáles son esos materiales indispensables para una energía limpia? Veamos.
El neodimio, un elemento llamado tierras raras
Un metal plateado con un papel muy importante en la energía renovable. El neodimio cuando se combina con hierro y boro, produce imanes fuertes que son esenciales, tanto para generadores en turbinas eólicas como para motores en vehículos eléctricos.
El desafío es que el neodimio está muy controlado por un solo país. Alrededor del 85 por ciento del neodimio mundial sale de unas pocas minas en China. Por otro lado, un gran cuello de botella para la minería y el procesamiento de neodimio es la financiación. “Hubo muchos proyectos de exploración de tierras raras y lo que sucede es que, gradualmente, se ralentizan si no obtienen inversiones en la siguiente etapa”, explica Wall. A medida que aumenta la demanda, Wall predice que otros proveedores ingresarán al mercado, y habrá espacio para que se abran más minas.
El cobre, lo difícil de su extracción
Al igual que el neodimio, el cobre no es escaso, pero se requiere de grandes cantidades. Básicamente, todo lo que tiene un interruptor de encendido y apagado incluye cobre, gracias a su increíble capacidad para conducir electricidad, y aún no se ha encontrado una mejor alternativa.
La parte difícil sobre la extracción de cobre es encontrar áreas donde el metal se concentra en cantidades suficientemente grandes que estén cerca de la superficie, dice Mary Poulton, codirectora del Instituto Lowell para Recursos Minerales de la Universidad de Arizona. En primer lugar, puede ser difícil encontrar depósitos grandes, y luego puede llevar siglos obtener permisos y comenzar la producción.
Una vez que se ha localizado un depósito de cobre, el siguiente paso es sacarlo de la tierra y la nueva tecnología está comenzando a afianzarse en esta antigua industria. Ya, las minas en áreas remotas como Australia Occidental y el Desierto de Atacama en Sudamérica utilizan robots mineros. Es probable que los nuevos recursos de cobre se encuentren a profundidades aún mayores, como 7,000 pies debajo de la superficie, lo que significa que estarán más calientes y las rocas estarán bajo una presión extrema. Eso significa que se requerirá más ingeniería para construir un robot de extracción de cobre, capaz de lidiar con las condiciones extremas.
El litio indispensable para las baterías recargables
Las personas no solo quieren electricidad cuando el viento sopla o el sol brilla. Una solución ambiciosa es usar baterías gigantes de iones de litio, como un tipo que se está probando en este momento en el sur de Australia.
El litio es clave para básicamente todas las baterías recargables, y hay dos formas de obtenerlo ahora mismo, dice Andrew Miller, analista de litio de Benchmark Mineral Intelligence. Un método que es popular en Sudamérica es evaporarlo de la salmuera bajo un lago. Por ejemplo, la mayor fuente de litio del mundo es el lago Salar de Atacama de Chile. El litio también se puede extraer del spodumene, un recurso de roca dura que se encuentra principalmente en Australia.
Miller predice que aunque Sudamérica y Australia seguirán siendo clave, las minas comenzarán a abrirse en lugares como Canadá, Carolina del Norte y Nevada en los Estados Unidos; el Reino Unido; y la república checa. “Verá la presión de los consumidores que no quieren depender demasiado de una o dos partes del mundo, especialmente cuando realizan inversiones multimillonarias en Estados Unidos o Europa o en lugares sin mucha producción de litio”.
Aunque el uso de combustibles no fósiles aumentará más que el de los fósiles, petróleo, gas natural y carbón, estos últimos representarán más de tres cuartas partes del consumo mundial. En este planeta superpoblado, encontrar una manera sostenible de progresar requiere, indefectiblemente, un replanteamiento de nuestro uso de la energía, además de promover la tecnología de avanzada para obtener el material necesario con el que se debe crear el soporte seguro y confiable hacia una energía limpia.
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