Nuevas fuentes de energía para un futuro sostenible. ¿Petróleo caro o protección del medio ambiente?. Esa es la gran pregunta, solo hay una respuesta: energías verdes y alternativas combinadas.
“El petróleo fue una parte definitiva del pasado de mi familia, pero no tiene cabida relevante en nuestro futuro”. Con estas palabras Valeria Rockefeller, –tataranieta del magnate del petróleo John D. Rockefeller y presidenta del Fondo RBF– cerró su mensaje al Consejo de Administración que ella dirige.
Nuevas fuentes de energía para un futuro sostenible. ¿Petróleo caro o protección del medio ambiente?
Los medios de comunicación no cesan de advertir sobre el creciente grado de emisiones de CO2 a la atmósfera y su responsabilidad directa en la creación del “efecto invernadero”, que puede amenazar en un futuro no muy lejano la civilización actual. También se sabe que no está garantizado que la extracción de energías fósiles –carbón, petróleo y gas- pueda continuar creciendo sin agotar los yacimientos conocidos.
Ante esta situación, se exploran hoy nuevas posibilidades de utilización de algunas fuentes de energía “limpias”, pero sobre todo, renovables, como la energía eólica, la solar o la procedente de las mareas.
La Universidad de Oxford se convirtió en el último miembro del fondo, cuando anunció el mes pasado que no invertiría más en empresas, ni proyectos que generen combustibles fósiles. Su presidente y Director Ejecutivo, señaló que esa institución había “invertido cinco años para probar que los hidrocarburos han sido dañinos para el medio ambiente y la vida diaria del ser humano, y que el COVID-19 lo probó en unos meses”.
No obstante, es justo reconocer que desde hace ya al menos tres décadas, – después de los daños ocasionados por el accidente del famoso tanquero Exxon Valdez – la industria de los hidrocarburos ha sido considerada como una actividad depredadora, y en muchas escuelas se le ha dado ese calificativo.
Si agregamos a ese evento, la explosión de la plataforma “Deepwater Horizon” y el daño ambiental ocasionado por el reventón del pozo Macondo de la empresa BP, y más recientemente los cuestionamientos y reclamos que se han presentado en varias regiones de los Estados Unidos por el desarrollo de formaciones no convencionales utilizando tecnologías de pozos horizontales y fracturamiento hidráulico (fracking: en inglés, pues existen elementos que tienden a soportar este argumento.
Algunos expertos e historiadores califican esta pandemia como un “apocalipsis” y ello obliga a revisar algunas experiencias históricas que han sido rigurosas en el juicio a los protagonistas de esos momentos. Ello incluye tanto a los gobiernos, instituciones públicas y privadas, las sociedades, y la academia. Históricamente, el mundo ha sufrido eventos catastróficos de diferentes tipos, desde pestes de naturaleza diferente, terremotos, maremotos y tsunamis, hasta explosiones ocasionadas por bombas atómicas y plantas de energía nuclear.
La mayoría han sido eventos causados por la naturaleza y probablemente para muchos son de origen divino, y otros han sido ocasionados por el ser humano, por el hombre, en la medida que el planeta se fue poblando y evolucionado.
En cuanto a la industria petrolera, quienes las dirigen ya deben estar reflexionado profundamente sobre la industria del futuro. No la inmediata, pero sí aquella que visualizamos para la próxima década, independientemente de la magnitud de recursos prospectivos o reservas, independientemente de los recursos financieros o capacidad de ejecución existente.
La razón para continuar invirtiendo en gas y petróleo, se está desvaneciendo rápidamente, muy atrás quedó la época en que la Standard Oil controlaba el 90% de la producción de petróleo de los Estados Unidos., convirtiendo a John D. Rockefeller en el ciudadano que más aportaba a la economía estadounidense incluyendo pago de impuestos y la generación de empleos.
Gran número de inversionistas están buscando la salida de los fondos que promueven los combustibles fósiles, y muchos de ellos han probado en esta crisis, que las inversiones en energías alternas, los ha protegido de la volatilidad del mercado ocasionada por el coronavirus en los últimos meses. Sin duda, el mercado de inversiones ha recibido de muy buena manera, la apertura hacia las energías alternativas y renovables; y recientemente se han acentuado algunas señales de que la pandemia podría acelerar la transición a largo plazo hacia una energía con menos emisiones de carbono.
La demanda de hidrocarburos
Esta se ha desplomado debido a que la actividad económica ha sido reducida, las líneas aéreas han suspendido vuelos y algunas se han declarado en quiebra, se ha dicho a la gente que se queden en casa, y todo esto ha dejado a los mercados en confusión. Cifras recientes de la Agencia Internacional de Energía, muestran que más de la mitad del consumo mundial de petróleo se utiliza en el transporte, que ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis. La demanda de electricidad también ha caído, pero no ha colapsado de la manera en que lo ha hecho el mercado de los hidrocarburos, y el precio del kilovatio ha logrado mantenerse mucho mejor, gracias a la diversificación en las fuentes de suministro alternas que las empresas generadoras de electricidad han ido incorporando.
Este fondo viene invirtiendo en energías alternas desde el año 2014, cuando se inició con una inversión de 50,000 millones de dólares en activos mundiales. Desde entonces, el valor de los fondos que están invirtiendo en energías limpias – retirando inversiones en proyectos de combustibles fósiles – se ha disparado en más de 12 billones de dólares, ya que cada vez más, gobiernos, empresas, fundaciones y universidades se han venido sumando en este esfuerzo de cambiar la huella energética del planeta.
El comienzo de los combustibles fósiles
Desde una perspectiva histórica que data de un evento particularmente digno de mención. El comienzo de los combustibles fósiles: al dominar el fuego, desbloqueamos sin darnos cuenta a la energía solar almacenada en la madera. A medida que aumentaba el conocimiento de la química y las sustancias terrestres, desbloqueamos recursos de combustibles fósiles cada vez más densos, por ejemplo, concentraciones de energía solar almacenadas en las moléculas de turba, carbón, gas natural y petróleo.
En este contexto, la era de los hidrocarburos solares combinados dieron comienzo cuando se descubrió, validó y demostró que el proceso de generación de electricidad a partir de la luz solar era escalable.
Científicos como Einstein explicaron la física relacionado con este descubrimiento en 1905. Mientras que otros, como es el caso de Bell Labs, tardaron hasta 1954 en construir un prototipo (funcional hasta ahora).
Ahora, los billones de vatios de energía solar fotovoltaica del mundo (a partir de 2019 y aumentando en 2020) están convirtiendo la luz solar en electricidad utilizable en todo el mundo.
La era de los hidrocarburos solares es digna de mención porque la energía solar fotovoltaica democratiza el acceso a la energía, mientras que antes 40 países tenían petróleo y 200 lo necesitaban, ahora los 200 tienen luz solar para producir electricidad.
Eso definitivamente es un avance a largo plazo. La era puramente de los hidrocarburos está concluyendo y comienza una era de los hidrocarburos solares combinados.
- Prueban con éxito una mini-refinería solar que produce hidrocarburos a partir de luz y aire.
Los combustibles neutros en carbono son fundamentales para que el transporte aéreo y marítimo sea sostenible.
Hay muchos cambios por delante y la transición a la era energética es un evento habilitador. Si puede respaldar lo que estoy diciendo, dígaselo a todos. Deje que la idea se filtre durante las vacaciones de 2020. Son buenas noticias.
Ha llegado el momento y esto marcará la diferencia.
Investigadores de ETH Zurich han desarrollado una novedosa tecnología que produce hidrocarburos con balance neto, a partir de luz solar y aire. Han probado su viabilidad en una mini-refinería y tienen todo listo para pruebas a escala mayor.
Los combustibles neutros en carbono son cruciales para que el transporte aéreo y marítimo sea sostenible. Los investigadores de ETH Zurich han desarrollado una planta solar para producir combustibles líquidos sintéticos de balance neto.
La nueva mini-refinería solar está ubicada en el techo del edificio del Laboratorio de Máquinas ETH en Zurich.
Figura 1. Mini-refinería solar de ETH en Zurich
Así se consigue el hidrocarburo
La cadena de proceso del nuevo sistema combina tres procesos de conversión termoquímica:
- extracción de CO2 y agua del aire
- división solar-termoquímica del CO2 y el agua
- licuefacción en hidrocarburos
El CO2 y el agua se extraen directamente del aire ambiente mediante un proceso de adsorción/desorción. Ambos se introducen en el reactor solar colocado en un reflector parabólico. La radiación solar se concentra por un factor de 3.000 hasta alcanzar una temperatura de 1.500 grados Celsius.
En el corazón del reactor solar se encuentra una estructura de cerámica hecha de óxido de cerio, que divide el agua y el CO2 en syngas.
El resultado: hidrocarburos de balance neto
La clave para conseguir hidrocarburos sin emisiones está en el proceso de producción, en el que el combustible se obtiene sin usar más materia prima que aire y agua y luego se divide utilizando energía solar.
De este proceso, se obtiene syngas, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, que posteriormente se convierte en queroseno, metanol u otros hidrocarburos listos para su uso en transporte.
Aldo Steinfeld, profesor en ETH Zurich, comenta que esta planta demuestra que los combustibles de hidrocarburos neutros en carbono se pueden obtener de la luz solar y el aire en condiciones reales de campo.
Basado en lo anterior, podemos concluir que la dependencia de los combustibles fósiles está por terminar (quizás hasta 2050-2060), y comienza una era de los hidrocarburos solares combinados. Hay muchos cambios por delante y la transición a la era energética es un evento habilitador.
Hay que darle solo tiempo al tiempo, y sobre todo a los esfuerzos multinacionales pro descarbonización, y ahora con Joe Biden quizás se sientan mayores esfuerzos desde los EE.UU.
Ahora solo queda esperar que la idea se filtre en lo que queda de 2020, y se impulse en 2021, igual son muy buenas noticias para el planeta.
Ha llegado el momento y esto marcará la diferencia. Es lo nuevo, nuevo. El cambio está en el viento… la gente lo quiere… están listos y así es como puede suceder: “Lo nuevo es una noción que está lista para ser tomada en serio en el mercado. Es la idea que está a un pequeño impulso de la aceptación general y, cuando reciba ese impulso, cambiará el mundo, hacia un planeta verde que garantice e futuro de la humanidad”.
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