En su nuevo informe a medio plazo sobre el petróleo, publicado la semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) predice que la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo en 2028.
No es la primera vez que la AIE predice el pico del petróleo y la razón es también la misma que la de anteriores predicciones en este sentido: un aumento de la adopción de vehículos eléctricos que desplazaría la demanda de combustibles.
Sin embargo, el nuevo informe de la AIE también mencionaba otra cosa que probablemente haría muy felices a los políticos de Europa y Norteamérica que quieren prohibir los motores de combustión interna.
El informe señala que China va camino de convertirse en el país con mayor capacidad de refinación de petróleo del mundo. Y esto la convertiría en el mayor proveedor del mundo de productos como la gasolina y el gasoil. Con lo cual China obtendría el poder de dictar los precios.
Así lo señala Clyde Russell en una columna dedicada a esta parte del informe de la AIE. “Las exportaciones de productos refinados de China están sujetas a cuotas concedidas por Beijing, que actúa más en lo que considera los intereses de la economía y los mercados nacionales, que en lo que puedan estar señalando los mercados mundiales”, escribió Russell.
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China superó a Estados Unidos y es el proveedor de combustibles del mundo
La propia AIE también reconoció el creciente papel de China como proveedor de combustible del mundo al señalar que “Crucialmente, nuestra previsión para los balances de productos depende en gran medida de unas mayores exportaciones de productos chinos, especialmente de gasoil.”
China superó a Estados Unidos para convertirse en el mayor refinador del mundo el año pasado, señaló también la AIE en su informe, pero no se detiene ahí. Por el contrario, las refinerías chinas están construyendo aún más capacidad, con un total que alcanzará los 19,7 millones de barriles diarios en 2028. De esta cifra, más de 3 millones de barriles diarios serán capacidad sobrante, según la AIE.
La presencia de esta capacidad excedentaria sugiere que China podría estar planeando convertirse realmente en el proveedor mundial de combustible después de que las refinerías europeas y estadounidenses cierren sus instalaciones bajo el peso de los mandatos de eliminación progresiva de los motores de combustión interna (ICE) o las conviertan en plantas de producción de biocombustibles.
China sabe que no es posible prohibir los vehículos con motores de combustión interna y pasarse por completo a los vehículos eléctricos.
La paradoja china
China no es sólo el mayor refinador de petróleo del mundo. También es el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos. La AIE prevé que en 2028 se habrán vendido más de 155 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo. Más de la mitad de estos vehículos, añade el informe, se venderán en China.
China ya representa más de la mitad de las ventas mundiales de vehículos eléctricos. Al mismo tiempo, está aumentando su capacidad de refinación de petróleo. A primera vista, esto puede parecer extraño e incluso irracional. De hecho, podría ser un error de cálculo y China podría acabar con varios millones de barriles de capacidad de refinación de petróleo no utilizada e inutilizable a medida que la demanda de combustibles se desploma.
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Por otro lado, podría ser lo mismo que China está haciendo con la energía eólica, la solar y el carbón. Otra de las cosas en las que el país es el mayor es en capacidad de generación eólica y solar. Al mismo tiempo, también es el constructor más activo de nuevas centrales de carbón. Y es que, como afirman los funcionarios del gobierno, China apuesta por todas las energías y no tiene favoritos.
China se va a convertir en el refinador del mundo. El volumen de sus exportaciones dependerá de lo que el partido en el poder decida que se exporte. Y esto significa que China tendrá el control en lo que respecta a los precios mundiales de los combustibles, del mismo modo que la OPEP tiene la sartén por el mango en lo que respecta a los precios del crudo.
Las prohibiciones de los ICE en la UE, Gran Bretaña y California podrían acabar siendo una necesidad más que un capricho de la transición. E incluso entonces, no habrá forma de escapar de la dependencia de China, que también es el mayor productor y procesador de minerales para baterías del mundo.
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