China está estudiando la posibilidad de frenar las exportaciones de minerales de tierras raras que son utilizados en alta tecnología y son cruciales para los contratistas de defensa estadounidenses como Lockheed Martin para la fabricación de armamento sofisticado y aviones de combate F-35, informó el Financial Times el martes.
Los ejecutivos de la industria dijeron que los funcionarios del gobierno les habían preguntado en qué medida se verían afectadas las empresas de Estados Unidos y Europa si China restringiera las exportaciones de tierras raras durante una disputa bilateral, informó Financial Times.
El gobierno estadounidense quiere saber si el país puede tener problemas para fabricar aviones de combate F-35 si China impone una prohibición de exportación, informó el Financial Times, citando a un asesor del gobierno chino.
China ha sido durante años el mayor exportador de tierras raras del mundo, un grupo de 17 minerales que se utilizan en todo, desde electrónica de consumo de alta tecnología hasta equipo militar.
A pesar de su nombre, las tierras raras no son raras. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), son casi tan comunes como el cobre. Pero, debido a que los minerales de tierras raras se oxidan rápidamente, extraerlos es difícil y extremadamente contaminante.
China representa actualmente el 70% de la producción mundial de tierras raras y controla el 90% del mercado mundial de US$ 4.000 millones.
El espectro de las restricciones a las exportaciones surgió en 2019 en medio de una guerra comercial cada vez más profunda, cuando Beijing preparó un plan para restringir las exportaciones como una forma de afectar a Washington.
Si bien esas restricciones nunca llegaron a suceder, obligaron al gobierno estadounidense a buscar formas de reducir su dependencia de su única fuente de suministro.
El tema ha estado presente durante décadas, y ahora estamos viendo de primera mano por qué hemos dado la alarma de que el dominio de China sobre la industria de tierras raras y minerales críticos es una preocupación geopolítica altamente volátil, dijo Pini Althaus, CEO de USA Rare Earth.
Esta medida, si se promulga, iría más allá de las iniciativas “Hecho en China para 2025” y la de “Belt and Road” del Partido Comunista Chino, que son herramientas para el dominio continuo de China como fabricante y exportador global de productos terminados, y más sobre el uso como arma de las exportaciones de tierras raras, como lo ha hecho China anteriormente.
Donald Trump firmó el año pasado una orden ejecutiva destinada a expandir la producción nacional de minerales de tierras raras, un año después de que se ordenó al Departamento de Defensa estimular la producción de imanes.
Estados Unidos otorgó a Lynas Rare Earths, el mayor productor fuera de China, un contrato para impulsar las capacidades de procesamiento.
La instalación, que se espera produzca alrededor de 5.000 toneladas de tierras raras al año, ayudaría a Washington a asegurar el suministro doméstico de minerales esenciales utilizados en imanes y motores que alimentan teléfonos, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y dispositivos militares.
Joe Biden, en su primera conversación como presidente con el líder chino Xi Jinping, habló de su preocupación por las “prácticas económicas coercitivas e injustas” de Beijing, así como por los abusos de los derechos humanos en la región de Xinjiang.
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