Chicago es la ciudad más grande de EE.UU. en establecer un objetivo oficial de alcanzar el 100 % por ciento de energía renovable. La legislación aprobada por unanimidad por el ayuntamiento impulsará los mecanismos para lograr que la metrópoli de 2.7 millones de habitantes alimente todos sus edificios con energía limpia y renovable para 2035.
El año pasado, Illinois anunció la Ley de Empleos de Energía Limpia, colocando al estado en un camino hacia el 100 por ciento de energía limpia para 2050. Pero la ciudad de Chicago dio un paso adelante al aprobar la legislación que se compromete a administrar la ciudad con energía 100 % renovable para el año 2040.
Esto significa que Chicago ahora es oficialmente parte del club Readyfor 100, y se une a otras 118 ciudades de todo el país que se han comprometido a generar el 100 % de energía a partir de fuentes limpias y renovables, y seis de las cuales (Aspen, Burlington, Georgetown, Greensburg, Rock Port y Kodiak Island) han alcanzado sus objetivos.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, firmó la resolución, que fue redactada por el ayuntamiento, y se convirtió en ley este año. La legislación, conocida como R2019-157, o Apoyo para la implementación del plan de transición de energía limpia, se publicó en el sitio web de la Ciudad de Chicago.
La resolución R2019-157 explica que Chicago tiene la intención de desarrollar un plan de transición para diciembre de 2020, que “delineará estrategias clave, establecerá hitos de progresión, desarrollará un cronograma para alcanzar una transición equitativa de energía limpia y más oportunidades para crear un futuro de energía 100 % limpia y renovable en toda la comunidad”.
Uno de los principales objetivos de la resolución es que Chicago alimentará todos sus edificios con energía renovable para 2035.
Además, el plan de transición abordará cuestiones que incluyen: proporcionar beneficios para los residentes que cambian a proveedores de energía limpia; involucrar a las comunidades y líderes comunitarios para asegurarse de que se escuchen las necesidades y preocupaciones de los residentes; asegurar que las políticas ambientales y de salud pública reconozcan a las comunidades de color y las comunidades de bajos ingresos y promover formas de transporte ecológicas y accesibles.
En cuanto a trasporte público, según el Sierra Club, La Autoridad de Tránsito de Chicago (CTA), que es el segundo sistema de transporte público más grande del país, electrificará por completo su flota de más de 1.850 autobuses para 2040.
El camino para llegar a esta decisión
Chicago, la tercera ciudad más grande del país, se comprometió en 2017 a impulsar en sus más de 900 edificios públicos (escuelas públicas, universidades y el distrito de parques) la alimentación con energía limpia para 2025.
Los edificios municipales consumen el 8 % de la electricidad utilizada en Chicago, el equivalente a aproximadamente 295.000 hogares. Ampliar el compromiso con todos los edificios en Chicago contribuirá enormemente a la reducción de emisiones, ya que actualmente representan aproximadamente el 70 % de las emisiones de la ciudad.
En los últimos seis años, la capacidad de energía solar se ha más que duplicado en 45 de las 57 ciudades más grandes de Estados Unidos. En 2018, Illinois tuvo el segundo mayor crecimiento en empleos solares de cualquier estado de los EE.UU., Ahora ocupa el 13° lugar en cuanto a empleos solares totales a nivel nacional. La Ley de Empleos de Energía Limpia de Illinois tiene como objetivo trasladar todo el estado al 100 % de energía limpia para 2050.
Figura 1. El consumo de energía en EE.UU. por fuente de suministro.
Los principales beneficiados
Chicago tiene un alto nivel de contaminación del aire: se clasificó como la 22a ciudad más contaminada de los EE. UU. En 2018, la Asociación Americana del Pulmón le otorgó a la ciudad una calificación F en su informe anual del estado del aire. Más de 683.000 adultos y 170.000 niños en el área de Chicago sufren de asma.
Chicago también se ubica constantemente entre las cinco ciudades de más segregación racial en los Estados Unidos, y la mayor contaminación de la ciudad se concentra en los vecindarios afroamericanos y latinos en los lados sur, suroeste, oeste y noroeste de la ciudad.
Si el plan de transición de la ciudad cumple con sus objetivos, ésta invertirá en compañías que recluten trabajadores de vecindarios históricamente desfavorecidos y reducirá el costo de compra de energía renovable a través de proyectos solares comunitarios y financiamiento inclusivo. Para KassieByer, director de campaña de Jobs to Move America en Illinois, el hecho de que los residentes de esos vecindarios estén involucrados en este plan es esencial para su éxito futuro. De acuerdo a lo expresado por Byer, “El grupo de Chicago que escribió esta resolución, demuestra que Chicago no solo puede construir un futuro seguro para el clima para las próximas generaciones, sino que una transición verdaderamente justa también crea empleos buenos y sostenibles para la familia”.
Chicago todavía tiene un largo camino por recorrer en cuanto a la planificación e implementación de todos los cambios necesarios para lograr 100 % energías limpias, pero es un avance importante que una ciudad tan grande de EE.UU. esté trabajando oficialmente hacia un objetivo tan importante.
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