Los precios del carbón se están disparando y se espera que el consumo mundial de carbón vuelva a los niveles récord alcanzados hace casi 10 años, ya que la crisis de suministro energético mundial continúa.
Mientras que los inversores en acciones de carbón están obteniendo extraordinarios resultados gracias a los altos precios, los frenos a las emisiones de carbono están pasando a un segundo plano, ya que los mercados y los gobiernos se apresuran a abastecerse del suministro de energía tradicional en medio de los cuellos de botella causados por la guerra de Ucrania, dicen los analistas.
Y lo que es peor, la ralentización de las inversiones en nuevas instalaciones energéticas de carbón ha restringido aún más la oferta de carbón, dijo el viernes el analista principal de Shaw and Partners, Peter O’Connor, a “Squawk Box Asia”.
El carbón se ha convertido en un valor muy rentable. La oferta de carbón es escasa debido a que no se está construyendo capacidad y los mercados seguirán apretados dado el clima y Covid. Así que ese mercado seguirá siendo más alto durante más tiempo, probablemente hasta bien entrado el año 2023.
El precio del carbón térmico utilizado para la generación de energía ha subido alrededor de un 170% desde finales del año pasado, aumentando bruscamente tras el inicio de la guerra de Ucrania.
En cambio, el otro carbón más comercializado, el carbón de coque, ingrediente de la siderurgia, cotiza a la baja. Impulsado por una dinámica diferente, el débil crecimiento económico de China está enfriando la producción de acero y, por extensión, la demanda de carbón de coque.
El consumo mundial de carbón
La Agencia Internacional de la Energía publicó el miércoles un nuevo informe en el que advierte que el consumo mundial de carbón aumentará un 0,7% en 2022 para igualar el récord alcanzado en 2013, suponiendo que la economía china se recupere como se espera en el segundo semestre.
El total mundial igualaría el récord anual establecido en 2013, y es probable que la demanda de carbón aumente aún más el año que viene hasta alcanzar un nuevo máximo histórico, señala el informe Coal Market Update de la AIE.
“Ese fuerte aumento contribuyó significativamente al mayor incremento anual de la historia de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía en términos absolutos, situándolas en su nivel más alto de la historia”, dijo la AIE.
El consumo mundial de carbón ya había repuntado alrededor de un 6% en 2021, cuando la economía mundial se recuperó del impacto inicial de la pandemia de Covid, dijo la AIE.
La escasez de gas es la causa del continuo aumento de la demanda de carbón, ya que la Unión Europea está reduciendo el uso del gas ruso y Rusia responde recortando el suministro al continente.
Según la AIE, el consumo de carbón en la UE aumentará un 7% en 2022, además del 14% del año pasado.
El sector de la electricidad impulsa al carbón
El consumo está siendo impulsado por la demanda del sector de la electricidad, donde el carbón se utiliza cada vez más para reemplazar el gas, que es escaso y ha experimentado enormes picos de precios tras la invasión de Rusia en Ucrania.
La AIE afirma que varios países de la UE están alargando la vida de las centrales de carbón cuyo cierre está previsto, reabriendo centrales cerradas o aumentando los límites de sus horas de funcionamiento para reducir el consumo de gas.
Al mismo tiempo, los boicots al carbón ruso añaden más presiones al alza sobre los precios del carbón, según la agencia.
“Los peores temores de Europa se materializaron esta semana después de que Rusia cortara los flujos a través del gasoducto Nord Stream al 20% de su capacidad. Los inventarios de gas podrían no alcanzar niveles lo suficientemente altos como para pasar el invierno”, dijeron los analistas de materias primas de ANZ Research Daniel Hynes y Soni Kumari en una nota el viernes.
El mercado mundial del gas, incluida la región de Asia-Pacífico, está sintiendo el fuerte impacto. Con una limitada capacidad de importación sobrante de Europa, es probable que compita agresivamente por los envíos de GNL.
El miércoles, la empresa japonesa Nippon Steel Corporation firmó un acuerdo con el gigante de la minería y el comercio Glencore para el suministro de carbón térmico a 375 dólares la tonelada, el precio más alto que una empresa japonesa ha pagado por la materia prima, según Bloomberg.
El aumento de los costos de la energía sigue contribuyendo a la inflación mundial, lo que obliga a los bancos centrales a seguir endureciendo su política monetaria.
La Reserva Federal subió sus tipos de interés de referencia en 75 puntos básicos el pasado miércoles, la última medida de una serie de subidas de tipos destinadas a controlar la inflación.
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