Canadá ha inaugurado recientemente una planta dedicada al refinado de tierras raras. Este tipo de instalaciones son escasas fuera de China, que domina el mercado de procesamiento de estos elementos, lo que convierte esta apertura en territorio norteamericano en un acontecimiento inusual y motivo de celebración a nivel global.
La planta ha comenzado a operar a escala comercial este verano, según han informado las autoridades de Saskatchewan, la provincia canadiense donde se ubica la instalación. Su enfoque principal es el refinado de neodimio y praseodimio, dos de las 17 tierras raras que componen este grupo de recursos.
Por ahora, la fábrica tiene capacidad para producir diez toneladas mensuales, con planes de incrementar esta cifra a 40 toneladas para diciembre. Este proyecto es impulsado por el Saskatchewan Research Council (SRC), el segundo centro de investigación y tecnología más importante del país.
Se espera que la planta opere a plena capacidad para 2025, alcanzando una producción anual de aproximadamente 400 toneladas de estas tierras raras, suficiente para abastecer alrededor de medio millón de vehículos eléctricos.
Fuera de China, los proyectos similares son muy limitados. Actualmente, existen dos plantas de refinado en Malasia, otras dos en Estonia y una en Australia.
Además, se han anunciado iniciativas en Estados Unidos y una en Francia, aunque esta última será de menor escala, según el informe más reciente sobre materias primas críticas de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
China controla más del 80% del sector de refinado, lo que deja al resto del mundo en un papel secundario. Además, es el país con la mayor cantidad de minas de tierras raras.
Sin embargo, el procesamiento es un paso crucial, ya que una vez extraídos los elementos, deben ser tratados en estas plantas concentradas en ciertas regiones.
La empresa australiana Lynas Rare Earths opera una planta de refinado en su país y otra en Malasia. El Departamento de Defensa estadounidense ha otorgado 288 millones de dólares en financiación a esta compañía para expandir sus operaciones en Estados Unidos, según informes oficiales.
La potencia mundial está interesada en desarrollar varios de estos proyectos debido a sus múltiples relaciones comerciales con China, líder en el sector de tierras raras.
Asimismo, la empresa estadounidense MP Materials gestiona la planta de refinado en California, que aún no está completamente operativa y se prevé que alcance su pleno rendimiento el próximo año.
Esta compañía también ha recibido 45 millones de dólares del Departamento de Defensa. Por otro lado, la canadiense Neo Performance Materials posee dos plantas de refinado en Estonia.
Dentro del grupo de tierras raras, algunas son especialmente importantes para la industria automotriz y las turbinas eólicas debido a sus propiedades magnéticas y su capacidad para soportar temperaturas de hasta 230 grados. Por esta razón, gran parte del enfoque y los esfuerzos se están dirigiendo hacia este conjunto específico.
Estados Unidos también está destinando inversiones a este tipo de proyectos y ha otorgado ayudas a tres empresas adicionales con el fin de disminuir su dependencia, así como la del resto del mundo, respecto a China.
«La continua dependencia de Estados Unidos en recursos extranjeros para el suministro de tierras raras representa un riesgo para la seguridad nacional».
«Tanto Estados Unidos como gran parte del mundo dependen de China para obtener una significativa porción de estas materias primas», señala el Departamento de Defensa.
Con información de El Economista.
